Elon Musk ha presentado oficialmente Grok 3, su última innovación en inteligencia artificial, y junto con ella, la función ‘Deep Search’. Esta caracterÃstica, que recuerda al Deep Research de Google y OpenAI, marca una tendencia que los gigantes de la IA han estado siguiendo en los últimos tiempos.
Esta evolución en la inteligencia artificial no se limita a simples mejoras. Estos avanzados sistemas son capaces de navegar por la web, examinar múltiples fuentes, sintetizar información y generar informes detallados sobre cualquier tema con una precisión que rivaliza con el trabajo de muchos analistas humanos, independiente del campo.
La forma en que estos sistemas responden es revolucionaria. En lugar de ofrecer tokens en segundos, producen páginas de información en cuestión de minutos. No se trata simplemente de buscar resultados; estos sistemas entienden preguntas complejas, las descomponen, investigan en profundidad y generan un análisis coherente en un tiempo récord.
Los resultados obtenidos son sorprendentes. Según OpenAI, su Deep Research es capaz de realizar en media hora tareas que a los analistas profesionales les tomarÃa dÃas. Aunque a veces comete errores, la calidad del trabajo es suficiente para cumplir con una amplia gama de objetivos prácticos.
Esto representa una amenaza para gran parte del trabajo intelectual actual. Analistas junior, investigadores, abogados que preparan informes o asesores financieros basan gran parte de su labor en recopilar y sintetizar información, algo que estos sistemas pueden hacer con habilidad.
Al igual que los sistemas Deep Research.
Sin embargo, no todo está perdido para los trabajadores intelectuales. Pese a su potencial, estos sistemas enfrentan varias limitaciones:
- No tienen acceso a información privada o no publicada.
- A veces confunden fuentes o generan conclusiones equivocadas.
- Carecen de la experiencia necesaria para ciertos análisis.
No obstante, la automatización de tareas repetitivas y «de bajo nivel» está al alcance de estos sistemas, lo que representa un cambio significativo en el empleo de muchos profesionales.
Esto nos conduce a una paradoja interesante: mientras que los sistemas Deep Research pueden impulsar la productividad de los más cualificados, también ponen en peligro aquellos empleos que tradicionalmente servÃan como base para formar expertos.
La influencia de los Deep Research es tal que pueden transformar las trayectorias profesionales en industrias basadas en el conocimiento.
La inteligencia artificial no solo está revolucionando el trabajo manual, sino que también está incursionando en áreas que antes considerábamos propias del intelecto humano. La cuestión ya no es si la IA puede realizar tareas intelectuales, sino si estas seguirán siendo económicamente viables si las hacen los humanos.
Algunas empresas, sea por falta de conocimiento, cinismo o soberbia, podrÃan ignorar estas capacidades, poniéndose en riesgo de quedar rezagadas. Para el resto, el desafÃo es cómo gestionar esta transición, que podrÃa dejar obsoletas muchas funciones que creÃamos inmunes a la automatización.
Imagen destacada | OpenAI
Deja una respuesta