El actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles 5 de febrero una orden ejecutiva que limita la participación de atletas transgénero en competiciones deportivas femeninas, siguiendo su interpretación de la legislación que impide la discriminación sexual en programas educativos financiados con recursos federales.
Denominada “Keeping Men Out of Women’s Sports” (Excluyendo a Hombres de Deportes Femeninos), la orden otorga competencias significativas a los Departamentos de Justicia y Educación para asegurar que las entidades con fondos federales se adecuen a esta directriz, centrada en la definición del sexo asignado al nacer.
“Con esta orden ejecutiva, se ha puesto fin a la guerra contra el deporte femenino”, declaró Trump durante la ceremonia de firma.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, afirmó que la medida «reafirma la esencia del Title IX” y que exigirá “acciones inmediatas, incluyendo medidas de cumplimiento en contra de escuelas y asociaciones deportivas” que permitan la participación de personas trans en competiciones femeninas o el uso de vestuarios exclusivos para mujeres.
Según esta orden, el Departamento de Educación podría penalizar a las instituciones que no se alineen con esta interpretación del Title IX, lo que podría significar la pérdida de financiamiento federal para aquellas escuelas que permitan la participación de atletas transgénero en deportes femeninos.
Adicionalmente, se contemplan reuniones con organizaciones deportivas privadas en la Casa Blanca, con el objetivo de que el presidente escuche “las historias de atletas femeninas que han enfrentado lesiones, han sido silenciadas o han tenido que compartir vestuarios y competir contra hombres”, como detalla el documento.
El anuncio se dio a conocer en el marco del Día Nacional de la Mujer y la Niña en el Deporte y forma parte de un conjunto de acciones ejecutivas de Trump dirigidas a la población transgénero. Durante su campaña, el presidente abogó por su postura con el lema “mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”, un mensaje que, según AP VoteCast, encontró respaldo más allá de divisiones partidistas, ya que más de la mitad de los votantes encuestados opinaron que el apoyo gubernamental a los derechos trans ha llegado demasiado lejos.
Grupos defensores de los derechos civiles han demandado al gobierno por políticas previas en contra de la comunidad transgénero, y se anticipa que esta nueva orden también enfrentará desafíos legales. Abogados expertos en casos similares han argumentado que tales medidas violan leyes aprobadas por el Congreso y derechos constitucionales, además de exceder la autoridad presidencial.
El anuncio ocurrió un día después de que tres excompañeras de equipo de la nadadora transgénero Lia Thomas demandaran a la NCAA, la Ivy League, Harvard y la Universidad de Pensilvania (Penn), argumentando que conspiraron para permitir la participación de Thomas en campeonatos nacionales y de conferencia. La demanda acusa una violación al Title IX y se suma a otra presentada el año anterior por la nadadora Riley Gaines, quien estuvo presente en la firma de la orden ejecutiva.
La administración de Trump ya ha promovido otras iniciativas para restringir los derechos de las personas transgénero, incluyendo limitaciones al reconocimiento de la identidad de género en pasaportes y prisiones, restricciones a la enseñanza de cuestiones de género en las escuelas y la exclusión de personas trans del servicio militar.
Deja una respuesta