En mi infancia, hubo una compañera que causaba sorpresa al comerse las naranjas con cáscara. Mientras todos la observábamos, ella continuaba con su peculiar hábito. En aquel entonces, nos parecÃa extraño, y alguien incluso llegó a decirle que no era la manera correcta de consumirlas, pero no hizo caso. Ahora, reflexionando, me pregunto si esa niña estaba más cerca de la verdad de lo que pensábamos.
La moda actual. Recientemente, ha surgido una tendencia en redes sociales de consumir frutas con cáscara. Todo comenzó cuando Jenna Ortega, conocida por su papel en la serie «Miércoles», publicó una historia en la que devoraba un kiwi sin pelar. Rápidamente, miles de personas comenzaron a imitarla, descubriendo que algunos expertos respaldan esta práctica.
Lo que dice la ciencia. Un estudio de Healthline revela que las cáscaras de frutas y verduras suelen ser más ricas en nutrientes que la pulpa. Por ejemplo, una manzana consumida con su piel tiene un 115% más de vitamina C. Igualmente, una patata hervida conserva un 115% más de potasio si se consume con la piel.
La principal ventaja es la fibra, que se encuentra mayormente en las cáscaras. Esta fibra, especialmente la viscosa, contribuye a reducir el apetito al ralentizar el vaciado gástrico y estimular hormonas que inducen la sensación de saciedad.
Más beneficios. El médico Mahammad Jube señala que los antioxidantes, esenciales para combatir el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, se encuentran en gran parte en la cáscara de las frutas.
El hábito de pelar. Históricamente, las cáscaras se han evitado por su textura o sabor, ya que pueden ser ásperas, amargas o duras. También existe el temor a los pesticidas, cuyos residuos se concentran en la piel externa de las frutas tanto orgánicas como convencionales. Lavar las frutas puede eliminar un 41% de estos residuos, mientras que pelarlas elimina aún más.
No todas las cáscaras son iguales. Algunas cáscaras como las de la manzana, uva, ciruela o berenjena son comestibles y nutritivas, mientras que otras, como las del melón, piña, aguacate o papaya, son demasiado fibrosas o duras. Healthline ofrece una guÃa para identificar cuáles cáscaras son comestibles.
En el caso del kiwi, Cleveland Clinic asegura que su piel es comestible y rica en fibra y vitamina E, aunque es aconsejable lavarla adecuadamente y optar por variedades de piel más fina como el kiwi dorado. Sin embargo, frutas como el durián o el nÃspero japonés tienen pieles que pueden ser indigestas o incluso tóxicas en exceso.
Consideraciones finales. Ahora sabemos que muchas pieles de frutas no solo son seguras para comer, sino que son altamente nutritivas. El rechazo hacia ellas se basa más en costumbres y percepciones que en razones objetivas. La ciencia apoya su consumo, pero los hábitos son difÃciles de cambiar. Quizás la clave esté en reconsiderar nuestras elecciones antes de descartar lo que creemos que no es comestible.
Imagen | PXHere
Xataka | La «dieta de la patata» ignora algo: que podamos subsistir a base de patatas no significa que sea buena idea
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