En tiempos previos al conflicto en Ucrania, los magnates rusos navegaban por el mundo a bordo de algunos de los superyates más impresionantes. Entre ellos, Roman Abramovich, empresario ruso-israelÃ, poseÃa uno de los más destacados: el Eclipse. Con su imponente tamaño de 162 metros de eslora, este superyate se encontraba entre los más grandes del planeta.
El Eclipse, una verdadera joya náutica, no solo destacaba por sus lujosas comodidades. Durante un incidente en 2018, un piloto de drones descubrió que el yate también está equipado con tecnologÃa militar avanzada, asegurando la privacidad de Abramovich con rigor.
Un Coloso del Lujo y Seguridad
De acuerdo con Superyatch Fan, el Eclipse está valuado en aproximadamente 700 millones de dólares. Construido por Blohm+Voss en Hamburgo en 2010, el costo anual para mantener activo este gigante es de unos 60 millones de dólares, una suma considerable que ha complicado las confiscaciones de los yates rusos.
Capaz de hospedar a 36 afortunados invitados en 18 camarotes, el yate cuenta con una tripulación de 70 personas. Sus cubiertas albergan dos helipuertos, una piscina de 16 metros, varios jacuzzis, una discoteca y un Beach Club lleno de entretenimiento acuático.
Más allá de su suntuosidad, el Eclipse esconde medidas de seguridad que protegen a sus ocupantes. Entre sus caracterÃsticas destaca un sistema antipaparazzi basado en láseres, diseñado para evitar que las cámaras capten imágenes de los huéspedes.
Además de su sistema de privacidad, el yate está equipado con cristales blindados y un sistema antimisiles que lo resguarda de ataques a larga distancia. Como si fuera una escena de pelÃcula, el Eclipse también dispone de un pequeño submarino para exploraciones subacuáticas o escapatorias discretas.
El Descubrimiento del Sistema Antidrones en 2018
El avanzado sistema antidrones del Eclipse salió a la luz en 2018, gracias a Justin Oakes, piloto de drones, quien colaboraba con el famoso youtuber Casey Neistat.
Durante una grabación cerca del yate, Oakes y Neistat decidieron filmarlo. Sin embargo, al acercarse con su DJI Phantom, el dron fue desactivado, y la señal en el controlador se perdió.
Observando la situación desde el suelo, Oakes y Neistat vieron a varios individuos, uno de ellos con un dispositivo antidrones, intentado hacerse con su aeronave. Afortunadamente, Oakes logró recuperar el control a tiempo, permitiéndole escapar la captura gracias al modo «Sport» del dron.
Este tipo de tecnologÃa antidrones se utiliza comúnmente en aeropuertos y áreas sensibles, pero su presencia en un superyate como el Eclipse justifica, en parte, el valor de 600 millones de dólares del que fuera propietario el magnate ruso.
Imagen | Wikimedia Commons (Amir Hosseini), Superyatch Fan
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