Hace catorce años, Emily Robinson decidió emprender un reto con el inicio del año nuevo: prepararse para correr una media maratón en febrero de 2011. Aunque no era fanática de correr largas distancias, decidió mejorar su entrenamiento eliminando el alcohol de su vida durante 31 dÃas, hasta cruzar la lÃnea de meta. Durante todo enero, Robinson no tocó una sola bebida alcohólica.
La experiencia fue tan positiva que inspiró lo que hoy se conoce como ‘Dry January’, una multitudinaria iniciativa que ha cruzado fronteras más allá del Reino Unido, llegando incluso a España. La idea es simple: disfrutar de un «enero seco», un comienzo de año sin cervezas, vinos ni cócteles.
Una inspiración acertada. La historia de Emily Robinson se relata en el sitio web Alcohol Change, una entidad británica enfocada en dar visibilidad a los perjuicios del alcohol y promover un consumo más consciente. En 2012, Robinson se unió a la asociación y decidió nuevamente abstenerse de bebida en enero. Su experiencia llamó tanto la atención que en 2013 se celebró el primer ‘Dry January’, con figuras como el doctor Richard de Visser, experto de la Universidad de Sussex (US), involucradas desde el inicio.
Un dato significativo: 175.000. La iniciativa pudo haberse quedado como una propuesta original para fomentar un consumo responsable de alcohol. Sin embargo, los promotores del Dry January lograron expandir su alcance año tras año, incluso durante la pandemia, hasta lograr que 175.000 personas se inscribieran formalmente en 2023. Y ese término «formal» es relevante.
Algunos expertos sugieren que la participación real es significativamente mayor. Alcohol Change señala encuestas de YouGov que indicaban que varios millones de británicos consideraban dejar el alcohol cada enero desde al menos 2017. La combinación de ‘propósito de año nuevo’ con ‘abstinencia’ parece ofrecer buenos resultados, ya sea asociado o no al Dry January. Recientemente, Euro News publicó un informe sobre el seguimiento de este tipo de iniciativas fuera del Reino Unido, revelando datos sorprendentes.
Enero sin alcohol (o con moderación). En Francia, el nuevo ministro de Salud, Yannick Neuder, ha apostado públicamente por el Dry January (‘Défi de Janvier’), incluso a riesgo de tensiones con Emmanuel Macron y los productores de vino. Según la empresa Chavin, millones de personas en Francia han decidido abstenerse de alcohol en enero. Este fenómeno no es exclusivo de Francia. Euro News menciona estudios de Bélgica, Alemania, Italia y el Reino Unido que reflejan la cantidad de personas que consideran dejar la bebida.
En Bélgica, por ejemplo, Eurocare estima que un 23% de la población participó en la campaña de abstinencia ‘Tournée Minérale’ en febrero de 2023, con un 70% absteniéndose por completo. Campañas como ‘Dry January’, ‘Défi de Janvier’, ‘Tournée Mineralé’ o ‘Enero Seco’ en España han inspirado incluso el ‘Damp January’ (‘Enero Húmedo’), un enfoque más suave que promueve la moderación en lugar de la abstinencia total.
Más que una moda: beneficios reales. El Dry January es más que un simple fenómeno pasajero o una manera de cumplir con los «propósitos de año nuevo». Su éxito y expansión fuera del Reino Unido se deben en gran medida a los beneficios cientÃficamente respaldados que se han promovido. Desde 2013, se han realizado encuestas a los participantes, lideradas por el profesor Richard de Visser.
En 2018, Psychology & Health publicó un estudio sobre los beneficios de abstenerse del alcohol con 4.200 participantes del Dry January. Los organizadores no han dejado de compartir resultados positivos desde entonces. Recientemente, de Visser publicó un artÃculo en The Conversation resumido los principales beneficios de participar en los «eneros secos».
¿Cuáles son esos beneficios? El profesor de la Universidad de Sussex los describe en una frase: «Mejor sueño, más energÃa y sensación de control». «Biológicamente, un mes de abstinencia está vinculado a la reducción de grasa hepática, glucosa y colesterol en sangre», destaca el doctor. Estos beneficios se complementan con los «beneficios psicológicos» observados en un estudio con 4.200 adultos que participaron en el Dry January, donde el 56% reportó una mejora en la calidad del sueño tras solo un mes sin alcohol.
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¿Qué ocurre después de enero? Aquà surge otra cuestión clave. Plantearse un enero sin alcohol está bien, pero ¿qué sucede cuando llega febrero? «Alrededor del 50% de los participantes en el Dry January retoman sus niveles anteriores de consumo pero sienten un mayor control sobre su ingesta», señala el experto de la US. «Cercano al 40% adopta cambios más amplios, ya sea bebiendo con menos frecuencia o en menores cantidades».
Cuestión de salud… y bolsillo. No solamente se trata de salud. El alcohol implica un gasto económico, y omitirlo durante 31 dÃas también afecta positivamente a las finanzas de quienes se suman al Dry January. «Para algunos, evitar una copa ocasional podrÃa ahorrarles 50 dólares, mientras que los que salen regularmente podrÃan ahorrar entre 300 y 1.000 dólares», comenta Douglas Boneparth de Bone Fide Wealth a la CNBC.
«Reducir las oportunidades de beber». Para que el Dry January sea exitoso, de Visser recomienda minimizar las ocasiones de beber, evitar tener alcohol en casa, planificar qué beberás cuando salgas con amigos, estar preparado para rechazar invitaciones y buscar espacios libres de alcohol.
El experto también sugiere inscribirse en el reto de Alcohol Change para no afrontar la abstinencia en solitario y contar con «apoyo social», lo que, afirma, aumenta las probabilidades de completar el reto con éxito. En el caso de bebedores con mayor dependencia, advierte que es mejor buscar ayuda profesional.
Imágenes | Quan Nguyen
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