La historia es tan impactante que James Howells, el británico afectado, ha luchado durante años para reescribir su destino. En 2013, perdió un disco duro que contenÃa 750 millones de dólares en bitcoins en un vertedero, y desde entonces, su lucha por recuperar esta «fortuna» ha sido ampliamente cubierta por los medios. El último capÃtulo de su odisea judicial acaba de concluir con la desestimación de su demanda por parte de un juez.
El veredicto judicial. James Howells se convierte en el protagonista de esta saga tras alegar que habÃa perdido, en un vertedero de Newport, un disco duro con acceso a miles de bitcoins. Un reciente fallo del juez Keyser KC ha sido un revés significativo para Howells, ya que su demanda contra el Consejo de la Ciudad de Newport fue rechazada.
Howells habÃa solicitado permiso para excavar el vertedero y recuperar el dispositivo o, en su defecto, recibir una compensación equivalente al valor actual de los bitcoins, calculado en 765 millones de dólares. El juez, aplicando el sentido común y los argumentos estadÃsticos, determinó que la demanda no tenÃa «perspectivas realistas de éxito» y se mostró preocupado por las implicaciones legales, ambientales y de seguridad que conllevarÃa aprobar la solicitud.
Aspectos legales en juego. El fallo también se basó en la Ley de Control de la Contaminación de 1974, que otorga propiedad de los desechos a las autoridades locales una vez entregados. Howells argumentaba que esta normativa no le quitaba sus derechos sobre el disco duro que le pertenecÃa.
Sin embargo, el juez rechazó esta interpretación, reafirmando el control total del consejo sobre el vertedero. Además, desestimó la demanda por haber superado el lÃmite legal de seis años para presentar el caso, ya que Howells fue consciente de la pérdida en 2013 pero no inició acciones legales hasta mayo de 2024.
La fortuna perdida y las ofertas desaprovechadas. La historia comenzó cuando el disco duro, supuestamente con la clave de acceso a 8.000 bitcoins minados en 2009, fue accidentalmente desechado. En 2013, cuando Howells notó su error, el valor de los 7.500 bitcoins era de 7.5 millones de dólares.
A lo largo de los años, el valor del bitcoin ha crecido exponencialmente, elevando el valor del supuesto tesoro a más de 765 millones de dólares. Desperado, Howells llegó a ofrecer una parte de las ganancias al consejo y la comunidad a cambio de poder excavar, pero las preocupaciones ambientales y logÃsticas llevaron al rechazo de su propuesta. Incluso consideró utilizar perros robots.
El origen de la pérdida. La tragedia comenzó en agosto de 2013, cuando Howells, según su propio relato, confundió el disco duro que almacenaba los bitcoins con otro vacÃo, desechándolo involuntariamente. Su entonces pareja fue quien llevó las bolsas al vertedero, donde quedaron sepultadas entre 350.000 toneladas de residuos compactados.
Desde entonces, Howells ha intentado recuperar el dispositivo, garantizando financiación y equipos especializados para ejecutar una excavación controlada. Un estudio técnico indicaba que el disco podrÃa estar enterrado en un área de 2.000 metros cuadrados, bajo 10.000 a 15.000 toneladas de desechos.
Preocupaciones ambientales y legales. El Consejo de Newport siempre argumentó que excavar el vertedero liberarÃa sustancias tóxicas, amenazando la salud pública y el medio ambiente. Además, se requerirÃa una nueva licencia ambiental de la Agencia de Recursos Naturales de Gales, un proceso complejo y costoso.
Estos factores fueron clave para que el consejo negara el permiso de excavación, y ahora el juez ha respaldado esta postura, destacando que los riesgos superaban cualquier posible beneficio y enfatizando las escasas probabilidades de éxito de la operación.
Frustración y resignación. Después de la decisión judicial, Howells expresó su profunda frustración, afirmando que nunca tuvo la oportunidad de presentar su caso completamente en un juicio. «Este fallo me ha dejado sin nada, es una injusticia», lamentó. Su exnovia, quien transportó las bolsas al vertedero, también expresó su desazón por la constante atención mediática.
En cuanto a si esta es la última palabra en esta historia llena de desdicha, Howells sigue creyendo que el disco duro podrÃa ser rescatable. En un informe de 2021, aseguró que el dispositivo tiene una capa anticorrosiva que permitirÃa su recuperación. Su plan, que ya no se realizará, consistÃa en entregarlo a expertos en recuperación de datos para intentar acceder a la clave privada.
Y mientras tanto, otro «detalle» sigue atormentándolo: el precio del Bitcoin nunca ha estado tan alto.
Imagen | Pexels, NWF
Deja una respuesta