Después de dos lanzamientos en los que la nave Starship sufrió explosiones poco después de separarse del propulsor, se podrÃa pensar que SpaceX optarÃa por un enfoque más cauteloso en su noveno intento. Sin embargo, lo cierto es que están redoblando la apuesta.
Un doble giro sin red de seguridad para el Super Heavy. La empresa de Elon Musk mantiene el entusiasmo por el vuelo 9, concentrándose en el gigantesco propulsor Super Heavy, que es donde se llevarán a cabo las maniobras más atrevidas.
Por primera vez, SpaceX reutilizará uno de los Super Heavy que han aterrizado con éxito en los brazos de la torre de lanzamiento, pero planean probarlo con solo dos motores para las maniobras de frenado y aterrizaje. Este ensayo busca evaluar las consecuencias de un posible fallo de motor durante la reentrada.
Aterrizaje en el golfo de México. En esta ocasión, SpaceX no planea recuperar el propulsor. La maniobra es tan arriesgada (primer uso del Super Heavy reutilizado, con dos motores y sin margen de error) que el cohete se descarta tras el ensayo, finalizando con un amerizaje en el océano Atlántico.
SpaceX ya cuenta con una segunda torre Mechazilla en Starbase capaz de capturar cohetes con brazos robóticos. Esta infraestructura se empleará cuando, además de recuperar el propulsor Super Heavy, Starship también comience a aterrizar en esta nueva torre. Los fallos de los vuelos 7 y 8 han pospuesto estos planes, aunque el vuelo 9 promete ser emocionante.
Utilizando 29 motores ya usados. SpaceX realizó una prueba con el propulsor que llevará a Starship en el noveno lanzamiento: el Booster 14. Este fue lanzado el 16 de enero y recuperado exitosamente, aunque Starship perdió el control durante el proceso.
SpaceX logró por primera vez reutilizar un propulsor Falcon 9 tras un año de su lanzamiento. Con el Super Heavy, han pasado solo tres meses. De los 33 motores que lleva el Booster 14, 29 son usados. Sin embargo, SpaceX aún busca lograr una reutilización rápida, tipo «zero-touch reflight», especialmente en la nave y su escudo térmico.
La atención está en la nave. Pese a la hazaña de hacer aterrizar un gran cohete usado con menos motores, el verdadero protagonista de este vuelo es la Starship 35. Esta nave debe demostrar su valÃa tras los problemas de sus predecesoras, cuyas vibraciones condujeron a fugas y explisiones.
La nave S35 ha pasado pruebas criogénicas, pero a diferencia de la S34, no ha realizado un encendido prolongado. SpaceX aún no ha detallado su plan de vuelo ni los resultados del vuelo 8. Tampoco cuenta con la licencia de vuelo de la FAA, lo que hace poco probable el despegue planeado originalmente para el 18 de abril.
El reloj no se detiene para Marte. La investigación sobre el vuelo 7 concluyó, implementándose 11 acciones correctivas para el vuelo 8, que desafortunadamente volvió a fallar. Aunque no se prevé modificar la licencia de vuelo para el vuelo 9, la autorización de la FAA es crucial.
SpaceX debe apresurarse para cumplir el objetivo de Elon Musk de una misión no tripulada a Marte para finales del próximo año. Las ventanas para transferencias Tierra-Marte se presentan cada dos años, y Musk no quiere desperdiciar la oportunidad. No obstante, la tecnologÃa ya está siendo llevada al lÃmite, y lo último que necesita es otro incidente en el Caribe.
Imagen | SpaceX
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