Elon Musk, reconocido globalmente por su influencia y poder en el ámbito empresarial, lidera una lista de figuras prominentes que incluye a Jensen Huang de NVIDIA, Satya Nadella de Microsoft y Warren Buffett de Berkshire Hathaway, según la revista Fortune.
A pesar de su habilidad para aumentar su riqueza y adquirir empresas como Twitter (ahora X), Musk enfrenta obstáculos no solo para recibir un bono masivo de acciones de Tesla, sino también dentro de SpaceX, donde, según The Wall Street Journal (WSJ), no se le permite participar en ciertas reuniones.
Restricciones de acceso de Musk a información clasificada en SpaceX
Es inesperado que Musk, como fundador y director ejecutivo de SpaceX, tenga acceso limitado a la información de algunos proyectos. Sin embargo, el informe del periódico estadounidense indica que esto es exactamente lo que ocurre.
En su colaboración estrecha con el gobierno de Estados Unidos, SpaceX maneja cargas útiles secretas y el programa de satélites de espionaje Starshield, lo que conlleva el manejo de información de alta confidencialidad por razones de seguridad nacional.
Debido a esto, algunos empleados de SpaceX poseen autorizaciones de seguridad otorgadas por el gobierno que superan a la de Musk. A pesar de tener una autorización “top-secret”, esta le limita el acceso a detalles de programas clasificados dentro de la compañía.
En contraste, muchos empleados de SpaceX poseen una autorización de “sensitive compartmented information”, que proporciona acceso a información extremadamente sensible y compartimentada para evitar filtraciones.
La ausencia de la autorización de seguridad de más alto nivel por parte de Musk le impide asistir a reuniones relacionadas con proyectos clasificados. Fuentes del WSJ mencionan que Musk no está informado sobre las cargas útiles clasificadas que son lanzadas por SpaceX.
Los ejecutivos de empresas como Boeing, Lockheed Martin y United Launch Alliance poseen estas autorizaciones de alto nivel. El proceso para obtenerlas es riguroso y Musk no ha pasado por él, en parte para evitar cuestiones vinculadas a sus contactos con ciudadanos extranjeros y consumo de sustancias.
El panorama podría cambiar el próximo año, ya que Musk se ha posicionado como un aliado clave de Donald Trump y será parte de la iniciativa DOGE (Department of Government Efficiency) para mejorar la eficiencia gubernamental. El próximo presidente podría otorgarle un nivel de seguridad más alto sin el proceso habitual.
Imágenes | Daniel Oberhaus | Glenn Beltz
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