La administración de Donald Trump está comprometida con recuperar el dominio de Estados Unidos en la industria de fabricación de semiconductores. En la actualidad, el 90% de los chips de memoria, el 75% de los microprocesadores y el 80% de las obleas de silicio se producen en Asia. Taiwán destaca especialmente en este campo, produciendo el 90% de los chips de alta integración y el 41% de los microprocesadores.
El Gobierno estadounidense ha iniciado acciones para incentivar que las empresas locales compren circuitos integrados fabricados internamente. Los aranceles que están implementando buscan este propósito, y aunque Estados Unidos y Taiwán mantienen una alianza geopolÃtica, los fabricantes de chips taiwaneses no están libres de estos aranceles. De hecho, en una declaración a finales de enero, Donald Trump aclaró sus intenciones:
«Pronto impondremos aranceles a la producción extranjera de chips informáticos, semiconductores y productos farmacéuticos para traer la fabricación de estos productos de vuelta a EEUU […] Se fueron a Taiwán; ahora queremos que regresen. No queremos darles miles de millones de dólares en el ridÃculo programa de Biden. Ellos ya tienen miles de millones de dólares. No necesitan dinero; necesitan un incentivo. Y el incentivo será que no quieran pagar un impuesto del 25, el 50, o, incluso, el 100%», expresó el presidente estadounidense.
Restricciones del Gobierno taiwanés hacia TSMC
La referencia directa a Taiwán hecha por el presidente de EEUU parece estar dirigida claramente a TSMC. Otros fabricantes como UMC están presentes en la isla, pero ninguno iguala la presencia de mercado que tiene TSMC, liderada por C.C. Wei, con una cuota aproximada del 60% en el mercado de circuitos integrados.
Este movimiento de Estados Unidos no sorprende a TSMC, que lleva más de cuatro años planeando expandir su infraestructura más allá de Taiwán. Esta preparación responde a dos motivos: proteger su negocio en caso de conflicto entre China y Taiwán, y enfrentar los aranceles estadounidenses al establecer fábricas en suelo americano. Además, aunque no hay confirmación oficial, The Wall Street Journal reporta que TSMC podrÃa estar interesada en adquirir las plantas de fabricación de Intel.
TSMC considera controlar las plantas de fabricación de circuitos integrados de Intel
Esta posible adquisición, en el contexto actual, permitirÃa a TSMC fortalecer su posición en EEUU y expandirse a otros paÃses donde actualmente no tiene presencia. Sin embargo, el Gobierno taiwanés no recibe esta estrategia con agrado. La economÃa de Taiwán depende fuertemente de su industria de chips, especialmente de TSMC, y los esfuerzos estadounidenses por recuperar su preeminencia en el sector chocan con la estabilidad económica taiwanesa.
Kuo Jyh-huei, el ministro de EconomÃa de Taiwán, ha dirigido una severa advertencia a TSMC: «Nadie puede desestabilizar los cimientos de la industria de semiconductores de Taiwán. Debemos confiar en TSMC, y el Gobierno apoyará completamente a la ‘montaña sagrada’ que protege al paÃs […] Para que TSMC expanda su presencia global y establezca una empresa conjunta en cualquier ubicación, definitivamente necesita el permiso del Gobierno».
Es claro que la posible adquisición de instalaciones de producción fuera de Taiwán afecta el protagonismo de la isla en esta industria crucial. Aunque es incierto si TSMC asumirá el control de las plantas de Intel, algo sà es seguro: 2025 promete ser un año lleno de dinamismo para la industria de circuitos integrados.
Más información | Reuters
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