Recientemente, Europa ha centrado su atención en el rearme militar, lo que ha generado una serie de noticias reflejando esta situación. Alemania, con la poderosa Rheinmetall y Volkswagen en el escenario, dio el primer paso. Incluso España se involucró con fábricas de componentes en el País Vasco. En Francia, resurgieron planes antiguos de la Guerra Fría para diversificar su capacidad nuclear. Ante la falta de avances concretos, Europa cuenta con la base naval de Rota en España como un respaldo importante.
Sin embargo, esta situación podría cambiar pronto.
Incertidumbre en un enclave estratégico. Hoy, el Financial Times relata la historia de Rota. En este tranquilo pueblo costero del sur de España, los destructores estadounidenses contrastan con el entorno apacible. Esta localidad, que antaño dependía de la agricultura, alberga ahora la base naval más crucial de Estados Unidos en Europa, pieza esencial para el sistema antimisiles del continente.
Algo parece haber cambiado recientemente. En 2022 se prometió un sexto barco, pero con la reelección de Donald Trump surgieron temores de un recorte inminente de tropas estadounidenses, en línea con su idea de que Europa debe ser más autosuficiente en defensa. Aproximadamente 84,000 soldados en 38 bases europeas, heredadas de la Segunda Guerra Mundial, podrían ver su futuro comprometido.
Rota, entre símbolo y vulnerabilidad. Fruto de un acuerdo en 1953 entre Eisenhower y Franco, la base de Rota es hoy un emblema estratégico, con pista aérea, tres muelles y el mayor arsenal de armas y combustible del Pentágono en Europa. Su proximidad al Estrecho de Gibraltar la posiciona como un centro vital para operaciones en el Mediterráneo, el norte de África y Oriente Medio.
Al ser una instalación naval española de “uso conjunto”, Estados Unidos debe coordinar operaciones con Madrid, sumando complejidad a su gestión. Para muchos militares estadounidenses, Rota es un destino soñado por su calidad de vida, y la economía local depende en gran medida de la base y de contratos con la Marina de Estados Unidos, como los de la empresa Navantia.
El portaaviones de la Armada Española Dédalo (R-01) amarrado en un muelle de la Base Naval de Rota en 1976
La influencia de Trump. La reelección de Trump ha generado incertidumbre. Mientras el secretario de Estado Marco Rubio desestimó rumores como “histeria”, el secretario de Defensa Pete Hegseth insinuó que la protección de Estados Unidos no es infinita.
Preocupación. La inquietud radica en que un desacuerdo, ya sea por tensiones comerciales, apoyo europeo a Ucrania o rechazo a propuestas geopolíticas, podría llevar a Trump a reducir el despliegue militar en Europa unilateralmente. Trump ha sido crítico de la OTAN y ha reprendido el bajo gasto en defensa de Europa, donde España es de los más rezagados.
El presidente Pedro Sánchez ha tenido roces con Trump en varios temas, desde China hasta la situación en Gaza, aumentando el riesgo político que enfrenta Rota.
Europa sin su escudo. Actualmente, Rota acoge 2,800 soldados estadounidenses. Su flota de destructores con sistemas para interceptar misiles balísticos representa una capacidad única en Europa. Aunque Polonia y Rumanía cuentan con lanzadores fijos, no pueden sustituir la fuerza naval estadounidense en España.
La OTAN, aunque es dueña nominal del sistema, depende ampliamente de la infraestructura militar estadounidense. Europa intenta ganar independencia militar, pero aún está lejos de suplir un retiro abrupto de Estados Unidos. El rearme europeo cobra, por tanto, mayor importancia.
Alternativas: Marruecos. Ante una posible ruptura, algunos sugieren que Estados Unidos podría trasladar operaciones a Marruecos, país que fortaleció la relación con Trump al normalizar lazos con Israel en 2020. Con menos compromisos políticos y mayor afinidad diplomática, Marruecos podría ser un reemplazo para Rota.
Desde el Foreign Policy Research Institute se advierte que si España sobreestima su valor estratégico o subestima el descontento que puede generar en Trump, las repercusiones podrían ser inmediatas y significativas.
Un porvenir incierto. Actualmente, aunque la base continúa expandiéndose y recibiendo inversiones, los rumores de recortes persisten. Según el medio estadounidense, los residentes de Rota intentan mantenerse tranquilos, mientras Europa observa con preocupación cómo esta situación afecta no solo a la geopolítica local, sino también a la defensa continental.
La transición hacia una Europa más autosuficiente en defensa parece inevitable, pero hasta que este cambio se materialice, la incertidumbre ante un posible giro inesperado durante la segunda presidencia de Trump se mantiene sobre Rota, esencial para el escudo antimisiles en Europa.
Imagen | Armada, U.S. DefenseImagery
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