La historia tecnológica reciente está repleta de ejemplos que demuestran que ser un lÃder del sector es un arma de doble filo. Por un lado, otorga una posición de control en el mercado, pero al mismo tiempo, te convierte en el blanco principal de tus competidores.
En 1996, Bill Gates, una de las figuras más influyentes y adineradas a nivel mundial, se encontraba inquieto ante el avance de una tecnologÃa emergente que le quitaba el sueño: Java, una herramienta que, según él mismo confiesa en un correo, amenazaba el dominio de Microsoft en el mercado.
La verdadera preocupación de Bill Gates no era Apple
Según un intercambio revelado por XInternal Tech Emails, en septiembre de 1996, Gates confesó a Nathan Myhrvold, entonces director de tecnologÃa de Microsoft y coinventor de más de 800 patentes, que estaba «literalmente perdiendo el sueño» debido a la formidable capacidad de Java.
En su correo, Gates mostraba su preocupación por no haber hallado una estrategia para resguardar a Microsoft ante las inmensas posibilidades que ofrecÃa esta nueva tecnologÃa. «Parece que podrÃa facilitar la creación de sistemas operativos competidores», escribió el multimillonario.
Para enfrentar esta amenaza, Myhrvold intentó minimizar la gravedad de la situación y propuso una estrategia denominada «adoptar y extender».
Una estrategia exitosa, aunque controvertida
Esta táctica constaba de dos fases principales: primero, Microsoft proclamarÃa su apoyo a la estandarización y colaborarÃa con otras entidades para desarrollar la tecnologÃa de manera conjunta.
Luego, en la etapa de «extender», Microsoft adoptarÃa el estándar de Java, pero añadirÃa funciones exclusivas y diferenciadoras para los usuarios de Microsoft. Esto generarÃa una ventaja competitiva para la empresa y motivarÃa a los usuarios de otras plataformas que solo ofrecÃan el «estándar básico», a optar por los productos de Gates.
La estrategia ideada por Myhrvold resultó ser altamente efectiva para Microsoft, consolidando el liderazgo de Windows en el mercado con funciones sin igual en otros sistemas operativos. No obstante, también fue criticada por su carácter desleal.
El Departamento de Justicia de EE.UU. llegó a calificarla como «Adoptar, extender y extinguir» en uno de sus veredictos, debido al impacto negativo sobre la competencia que tuvo esta táctica propuesta por Myhrvold.
Siempre hay amenazas acechantes
Que un magnate como Gates confiese que un nuevo riesgo lo hace «perder el sueño» no es algo inusual, especialmente en el ámbito tecnológico, donde la innovación puede derribar a los gigantes más sólidos y transformar a un pequeño David en un Goliat invulnerable de la noche a la mañana. Algo que Nokia y DeepSeek conocen muy bien.
De hecho, el miedo a que un competidor inesperado aparezca y destruya el trabajo de una empresa es una angustia recurrente entre los CEO de grandes compañÃas, conocida como «Paranoia del CEO«.
Jensen Huang, CEO de una de las mayores empresas tecnológicas del mundo, admite estar obsesionado con evitar errores que pudieran hundir su empresa. «Cuando creas una empresa desde cero, has enfrentado adversidades reales y has estado al borde del cierre varias veces. Ese sentimiento no desaparece», afirmaba Huang en una entrevista con el New York Times DealBook Summit.
Peter Beck, fundador y director ejecutivo de Rocket Lab, empresa involucrada en la actual carrera espacial, también expresaba su preocupación por las decisiones al frente de su compañÃa. «No puedo imaginarme llegar a casa y dormir profundamente cada noche; eso simplemente no es tangible», comentaba Beck a CNBC.
Jeff Bezos, tras crear dos imperios desde cero en sectores diferentes, también confesó que uno de sus mayores temores eran los garajes, sugiriendo que dos estudiantes podrÃan desarrollar en un garaje la próxima gran idea tecnológica que desplazarÃa a sus empresas de su actual posición de dominio.
Imagen | Flickr (Billionaires Success)
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