La sostenibilidad de los sistemas de pensiones en el contexto de una población cada vez más envejecida es un reto crucial para muchas naciones en las próximas décadas. PaÃses como Japón, Dinamarca, Alemania y España ya están implementando estrategias para aplazar la edad de jubilación en la medida de lo posible.
El escenario más complejo surge cuando el número de trabajadores activos es inferior al número de pensionistas, una situación que ya se vive en varias comarcas del interior de Galicia.
El desbalance en Galicia. Recientemente, España alcanzó por primera vez la cifra de 21,6 millones de afiliados, es decir, personas activas que contribuyen con una parte de sus salarios a las pensiones de la Seguridad Social. Sin embargo, en marzo, el mismo organismo también abonaba 10,3 millones de pensiones.
Si nos enfocamos en regiones profundamente afectadas por la despoblación y el envejecimiento demográfico como Galicia, el panorama cambia. Según datos compartidos por el Faro de Vigo, en 15 de las 53 comarcas gallegas existe un desequilibrio entre el número de afiliados que contribuyen al sistema de Seguridad Social y los pensionistas.
Más pensionistas que trabajadores. Las estadÃsticas del Instituto Galego de EstatÃstica muestran que Galicia tiene 1.019.106 afiliados a la Seguridad Social, mientras que las cifras de 2025 indican un total de 685.800 pensionistas. Esto sitúa a Galicia con un ratio de 1,5 cotizantes por pensionista, comparado con el promedio nacional de 2,44 en España.
Este Ãndice ya coloca a Galicia en una posición delicada. Según el Instituto BBVA de Pensiones, una ratio por debajo de 2 supone un riesgo serio. Datos de La Voz de Galicia señalan que provincias como Orense ya presentan un ratio de 1,1.
La «Galicia Vaciada». Las cifras autonómicas ofrecen una perspectiva general donde las áreas con mayor actividad económica compensan las deficiencias de las zonas más rurales y despobladas del interior gallego. Esta tendencia se hace evidente en las provincias de Ourense y Lugo, donde el envejecimiento y la emigración juvenil hacia regiones atlánticas con más opciones laborales han intensificado la crisis.
Según el Faro de Vigo, solo Pontevedra escapa parcialmente a este problema, mientras que en Ourense y Lugo la situación es crÃtica. Comarcas con alta despoblación, como A Limia, tienen 5.943 cotizantes frente a 7.071 pensionistas; VerÃn cuenta con 6.674 afiliados activos para 8.161 pensionistas, evidenciando el marcado desbalance.
La escasez de empleo y el envejecimiento en estas comarcas del interior han creado un ciclo vicioso difÃcil de revertir, donde la falta de jóvenes complica el sostenimiento de una población cada vez más envejecida.
Perspectivas poco alentadoras. Las predicciones para los próximos años no prometen mejoras. Según el Instituto Galego de EstatÃstica, para 2038 se prevé un 2% menos de población activa en Galicia, a pesar de que los mayores de 16 años crecerán un 1,9%.
En términos absolutos, la población activa disminuirá de más de 1,26 millones de personas en 2023 a 1,23 millones en 2038, intensificando el desbalance entre cotizantes y pensionistas y situando el ratio en 0,858 cotizantes por pensionista. Dicho de otra forma, habrá más pensionistas que trabajadores activos.
Imagen | Unsplash (Carlos Torres), Flickr (Elentir)
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