Los bares son lugares ideales para disfrutar de una bebida, socializar o incluso conocer el amor. Sin embargo, en Japón, habÃa opciones más inusuales: pagar para recibir una bofetada. Esta experiencia única era ofrecida por una cadena de bares tradicionales que, por apenas tres euros, permitÃa a sus clientes pedir a las camareras un bofetón para «despertar» de la embriaguez del sake.
Pero el plan no salió como se habÃa previsto.
Bofetadas a la medida. En un menú de bar, lo habitual es encontrar bebidas, aperitivos y cócteles, pero en Japón, una cadena de izakayas sorprendió a sus clientes con un servicio insólito: abofeteo bajo demanda. Hasta hace poco, Yotteba, conocida por su cerveza y alitas, ofrecÃa este peculiar servicio a sus visitantes.
Medios como Independent y South China Morning Post informaron que hasta hace dos meses, Yotteba permitÃa a sus clientes pagar para recibir un binta, término japonés para una bofetada, de parte de sus camareras.
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Una bofetada por tres euros. La propuesta de Yotteba no solo era clara sino también económica. Con solo 500 yenes, aproximadamente tres euros, los clientes podÃan solicitar una bofetada de parte de un camarero. Por un pequeño extra, tenÃan la posibilidad de elegir quién les propinaba el golpe, aumentando asà la personalización del servicio.
Razones detrás del servicio. La justificación para este peculiar servicio era ayudar a los clientes que hubiesen bebido en exceso a despejarse antes de regresar a casa. En redes sociales circulan videos donde se observa a clientes esperando pacientemente su bofetada, quizás como un método extremo de recuperar la sobriedad.
Origen del binta. El término binta proviene del siglo XIX en la región de Kagoshima, sur de Japón, donde inicialmente significaba «cabeza». Durante la era Meiji, se asoció con castigos fÃsicos realizados por la policÃa. A pesar de sus duros comienzos, esta práctica encontró un espacio en la industria hostelera nipona, como muestran los videos de personas recibiendo bofetadas en un ambiente distendido.
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DesafÃos en el negocio. Si piensas experimentar un binta en tu próximo viaje a Japón, te enfrentarás a un desafÃo. Yotteba retiró su «servicio de bofetadas» por preocupaciones de demanda e imagen. «No era muy popular», comentó un portavoz de la empresa a This Week in Asia, destacando el cambio de imagen de la cadena.
La decisión de eliminar las bofetadas del menú ocurrió hace dos meses, y algunos medios sugieren que se debió a una denuncia por lesiones, más allá de razones de marketing. Desde Yotteba sostienen que la práctica era una broma y los clientes habÃan perdido el interés.
No solo Yotteba. Yotteba no fue la única en ofrecer este servicio. La cadena Shachihoko-ya también proporcionó bofetadas, logrando viralidad por sus imágenes de clientes recibiendo guantazos. Aunque la pandemia obligó a detener su «Nagoya Lady´s Slap», el servicio logró notoriedad internacional.
En Shachihoko-ya, las bofetadas costaban 300 yenes, unos 1,8 euros, y las camareras vestidas con kimono marcaban las mejillas de los clientes. La lógica detrás era similar a la de Yotteba: aliviar los efectos del alcohol antes de volver a casa.
300 yenes y de regreso. El servicio «Nagoya Lady´s Slap» permitÃa a los clientes elegir su «favorito» para ser abofeteado a cambio de una tarifa adicional, una opción para aquellos que buscaban recuperarse del alcohol antes de partir.
Imágenes | Linh Nguyen (Unsplash)
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