En la contienda por la supremacÃa en inteligencia artificial (IA), Estados Unidos y China son los principales competidores. Aunque inicialmente parecÃa aventajar, China ha recortado la distancia con Estados Unidos en cuanto a calidad y está progresando rápidamente en áreas esenciales para su desarrollo, como la energÃa. Un factor distintivo en la estrategia de China es su enfoque en la IA personificada.
Dos enfoques distintos hacia la IA. Aunque ambos paÃses compiten en el mismo campo, sus tácticas son notablemente diversas. En términos de modelo de negocio, mientras que Estados Unidos opta por una IA premium, China prefiere una IA accesible y gratuita. Estas diferencias se extienden aún más. Como explica Andrew Stockols, un investigador del MIT especializado en infraestructura digital en China, Estados Unidos se enfoca en lo abstracto, liderando con grandes modelos de lenguaje como ChatGPT, Gemini o Claude.
En contraste, China está dedicando un gran esfuerzo a la integración de la IA en sistemas fÃsicos e infraestructuras, destacando especialmente en campos como la industria y la robótica.
La IA «personificada». En inglés, se conoce como «embodied AI», que puede traducirse como IA personificada, encarnada o integrada. Esta es una IA con presencia fÃsica, que se aplica a sistemas que interactúan con el ambiente a través de sensores y actuadores. Se utiliza en coches autónomos, vehÃculos de movilidad personal, modelos de «cerebro urbano» y, por supuesto, en robótica. Este enfoque es una prioridad para el gobierno chino, que ha incluido el término en su informe de trabajo de este año.
Robots para todos los ámbitos. Desde robots que corren maratones, practican kick-boxing, juegan al fútbol, hasta los robots-bombero, la pasión de China por los robots es evidente. Sin embargo, esta afición va más allá de simples demostraciones; liderar el sector de la robótica es parte del plan «made in China 2025» y actualmente han alcanzado una posición competitiva suficiente como para que en Estados Unidos ya se enciendan las alarmas. Si nos enfocamos solo en la industria, China lidera indiscutiblemente con un 51% del stock total de robots industriales.
En PekÃn, recientemente se presentó Huisi Kaiwu, «la primera plataforma de IA integrada» que soporta diversos «cuerpos». Esta plataforma permite a los robots percibir, interactuar y aprender del entorno de manera dinámica, y está diseñada tanto para robots humanoides como para otros productos como vehÃculos autónomos o dispositivos wearables.
VehÃculos autónomos. En 2020, China publicó su «Estrategia de Innovación y Desarrollo de VehÃculos Inteligentes» que incluye el concepto de «persona-vehÃculo-carretera-nube». La esencia de esta propuesta es que no solo los coches tienen sensores y cámaras, sino que también deben estar presentes en las carreteras, especialmente en las intersecciones. Además, los vehÃculos se comunicarÃan entre sà para evitar colisiones. Aunque esta propuesta tiene ventajas en términos de seguridad, presenta el desafÃo del alto costo de crear y mantener dicha infraestructura.
China también está desarrollando vehÃculos de movilidad personal con conducción autónoma, como la silla de ruedas autónoma que la empresa Freego presentó en marzo de este año.
Cerebros urbanos. Además, una de las aplicaciones clave de esta IA integrada está en las ciudades. China lleva tiempo trabajando en el concepto de ciudad inteligente. En 2016, desarrollaron una solución para la ciudad de Hangzhou que ayudaba a gestionar el tráfico utilizando IA. Desde entonces, han surgido otros proyectos similares y muchas ciudades chinas ya cuentan con «cerebros».
Sin embargo, detrás de esta noción de ciudad inteligente hay un interés por mejorar la gestión urbana o, en otras palabras, utilizarla como un sistema de vigilancia. Este enfoque es evidente en el ambicioso plan para integrar la IA en la ciudad de Wuhan: «Integrando algoritmos de IA en entornos reales, imbuidos de los valores predefinidos por el Partido Comunista Chino, la IA interactúa con su entorno natural, aprendiendo a medida que avanza».
Imagen | Alex Knight en Pexels
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