La Red Eléctrica Española (REE) ha negado que un ciberataque haya sido responsable del apagón que afectó al país recientemente. Las investigaciones iniciales apuntan hacia una desconexión masiva de fuentes de energía renovable, especialmente en el suroeste del territorio peninsular. Este punto vulnerable del sistema, según RBC Capital Markets en entrevistas con Reuters, radica en que “el sistema español depende en gran medida de la energía solar, pero carece de capacidad de almacenamiento y de una red de apoyo sólida”.
Aislada de Europa. La Unión Europea presume de tener una de las redes eléctricas más interconectadas del mundo, facilitando el intercambio de electricidad entre países en momentos de necesidad. Recientemente, España exportó energía a Portugal y Francia debido al auge de las renovables. Sin embargo, este caso puntual no logra ocultar un problema intrínseco: la Península Ibérica sigue siendo una isla energética.
Casos de éxito. Dinamarca, por ejemplo, obtiene más del 80% de su electricidad de la energía eólica, lo que genera la pregunta de por qué no experimenta apagones. La clave está en su interconexión, ya que puede recibir suministro de Alemania, Suecia o Noruega casi instantáneamente en caso de algún déficit.
El modelo nórdico. Al ser parte del mercado eléctrico nórdico o Nord Pool, ha implementado un modelo de acoplamiento de mercado basado en flujos para maximizar la eficiencia de la red y facilitar la integración de energías renovables. Este enfoque ha optimizado el flujo energético en los países nórdicos y Europa, aumentando la capacidad más del 10% en algunos casos. Adicionalmente, la combinación de energía eólica y la posibilidad de importar energía hidroeléctrica de Noruega da a Dinamarca una flexibilidad que le permite mantener la estabilidad de su red eléctrica incluso con un alto porcentaje de energías limpias.
La oportunidad con Francia. España solo tiene un intercambio de energía del 2,8% con Francia, muy por debajo del objetivo del 15% establecido por la Unión Europea para 2030. Se está desarrollando un proyecto para mejorar esta situación: la interconexión submarina a través del Golfo de Bizkaia, que unirá Gatika (España) y Cubnezais (Francia). Gestionada por Inelfe, esta conexión aumentará la capacidad de intercambio hasta 5.000 MW y está programada para operar en 2028.
No obstante, el progreso de las interconexiones ha encontrado obstáculos. Francia ha mostrado ciertas reservas al aumentar las conexiones eléctricas con España más allá del cable submarino de Vizcaya, lo que ha generado tensiones diplomáticas y ha ralentizado el proceso, según EFE. Además, Francia utiliza su red nuclear como herramienta estratégica para mantener bajo el nivel de interconexión de España, consolidando su papel como centro dominante en el flujo eléctrico europeo. Así, Francia permite que sus nucleares «monopolicen» parte del sistema de exportación hacia Europa Central.
Mirando al futuro. El apagón ha puesto de relieve la urgencia de reforzar la infraestructura eléctrica para garantizar la estabilidad del sistema. Esto incluye ampliar las interconexiones con otras naciones como el cable submarino con Italia, mantener centrales como las hidroeléctricas o térmicas, e invertir en tecnologías de almacenamiento, como baterías a gran escala, que emulen la inercia de los sistemas tradicionales.
Imagen | PxHere
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