El reciente apagón del lunes 28 de abril ha resaltado una de las debilidades del sistema eléctrico español: a pesar del progreso en generación renovable, el almacenamiento sigue siendo un desafÃo pendiente.
Un auge que no basta. A pesar del boom de las energÃas renovables en España, el almacenamiento no ha avanzado al mismo ritmo. A diferencia de Alemania, donde ambos sectores han crecido conjuntamente, España se ha quedado rezagada. Según Red Eléctrica Española, para finales de 2024 la capacidad de almacenamiento instalada era de 3.356MW, muy lejos del objetivo de 22 GW fijado por el Plan Nacional Integrado de EnergÃa y Clima (PNIEC) para 2030.
Mucho por hacer. El problema del almacenamiento en España no es solo técnico, sino también regulatorio y económico. Franc Comino, director general de Sonnen Spain, y Manel Pujol, cofundador de Samara Energy, señalan que la principal barrera es la falta de un marco regulatorio que ofrezca señales claras de precio para facilitar la integración de baterÃas. Pujol destaca que el marco normativo actual excluye la participación de baterÃas no asociadas al autoconsumo en los mercados de balance, afectando su rentabilidad e implementación masiva.
Más allá de las baterÃas. La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha pedido a la Comisión Europea agilizar la implementación del grid forming. José Donoso, director general de la UNEF, explica a 20 Minutos: «Para un sistema más robusto, debemos acelerar el almacenamiento y usar electrónica de potencia (grid forming), pendiente de aprobación por parte de la Comisión Europea».
Sistemas para estabilizar la red. Además del grid forming, existen las microrredes. El grid forming se refiere a la capacidad de ciertos inversores de almacenamiento para imitar las caracterÃsticas de los generadores tradicionales, manteniendo la frecuencia y tensión del sistema de forma autónoma, según El Economista. Esta tecnologÃa permite que las instalaciones de almacenamiento operen como una «fuente de inercia» virtual, aportando estabilidad en momentos crÃticos.
Otro enfoque. Las microrredes representan un modelo distribuido de gestión energética que integra generación renovable, almacenamiento y control inteligente. Durante el apagón, demostraron su capacidad para mantener el suministro localmente al operar en «modo isla», desconectándose del sistema principal. Franc Comino resalta el avance en la integración de baterÃas residenciales, especialmente en proyectos solares, reflejando una tendencia positiva hacia el modelo distribuido.
El tema económico. Aunque se espera que el coste de las baterÃas alcance los 100 dólares/kWh en 2026, sigue siendo un obstáculo para los pequeños consumidores. Hace poco, la Comisión Europea aprobó un esquema de ayudas de 700 millones de euros para mejorar el almacenamiento en España con fondos FEDER.
Una ruta posible. Franc Comino sugiere aplicar incentivos fiscales para acelerar el almacenamiento: a nivel residencial mediante IRPF y en el industrial con el Impuesto de Sociedades. Estas medidas podrÃan reducir el coste inicial de las baterÃas y facilitar su adopción. Manel Pujol añade que el acceso a ayudas públicas y los incentivos fiscales deben complementarse para evitar que el coste del almacenamiento se convierta en una barrera insuperable para los pequeños consumidores, especialmente en el ámbito residencial.
Perspectivas futuras. El futuro del sistema eléctrico español depende de integrar eficientemente el almacenamiento energético y adoptar tecnologÃas avanzadas como el gridforming y las microrredes. Franc Comino advierte que las ayudas no serán suficientes sin una agilización administrativa y un marco regulatorio adecuado. Pujol enfatiza que el reto no solo reside en la infraestructura, sino también en cambiar la percepción pública sobre el almacenamiento y desarrollar un modelo económico viable para una transición accesible para todos.
España tiene la oportunidad de encabezar una nueva etapa energética. La cuestión es si podrá actuar con la rapidez que el momento demanda.
Imagen | Unsplash y Kecko
Xataka | España ha apostado por la solar, pero ha dejado tirada a la red: cómo las microrredes encajan en el rompecabezas energético
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