El mayor fragmento de Marte hallado en la Tierra no se encuentra adornando la vitrina de un museo de historia natural. En su lugar, aguarda en una casa de subastas para ser adquirido por el mejor oferente.
NWA 16788. Este meteorito marciano, con un peso de 24,67 kilogramos, es el más grande y reciente de su tipo encontrado en nuestro planeta. Será subastado en Nueva York el próximo 16 de julio, comenzando con un precio base de 1,6 millones de dólares.
La prestigiosa casa de subastas Sotheby’s anticipa que el meteorito podrÃa llegar a valer hasta 4 millones de dólares. Además de su impresionante tamaño, su escasez contribuye a su valor; de los más de 77.000 meteoritos registrados, tan solo 400 son de origen marciano.
Descubrimiento de NWA 16788. El 16 de noviembre de 2023, un cazador de meteoritos encontró este sorprendente hallazgo en la árida región de Agadez, en NÃger. Este meteorito, superando en un 70% el tamaño del anterior recordista entre sus similares marcianos, constituye un 6,5% de toda la masa identificada de Marte en la Tierra.
Los cientÃficos, al analizarlo, confirmaron su origen marciano. Se cree que fue expulsado de Marte debido a un impacto de asteroide, como lo sugiere su composición. Un 21,2% de la roca es maskelynita, un vidrio que se forma bajo el efecto de temperaturas y presiones extremas que transforman el feldespato marciano.
Viaje interplanetario. Tras ser lanzado al espacio, este fragmento recorrió aproximadamente 225 millones de kilómetros antes de ser capturado por la gravedad terrestre. Su escasa erosión sugiere que es una adquisición reciente en el desierto del Sáhara.
De tonalidades rojizas, el Museo de AstronomÃa de Shanghái lo catalogó como una «shergottita de olivino-microgabro», una roca que resulta del lento enfriamiento del magma en Marte, compuesta principalmente por piroxeno, maskelynita y olivino. Este ejemplar tan singular ha planteado dudas sobre el sistema de clasificación de meteoritos marcianos.
Controversia en el aire. La venta de esta extraordinaria pieza ha generado debate. Expertos en ciencia lamentan la posibilidad de que termine en manos de un coleccionista privado, privando al público de su apreciación y estudio. «SerÃa una pérdida si se oculta en la bóveda de un coleccionista adinerado», comenta Steve Brusatte, paleontólogo de la Universidad de Edimburgo. «DeberÃa estar en un museo, accesible para ser estudiado por cientÃficos y admirado por el público».
Incluso si el meteorito se vende a un privado, un fragmento se conserva en China, lo que asegurarÃa la continuidad del estudio cientÃfico gracias a que contiene la misma información que la roca completa.
Imagen | Sotheby’s
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