El reciente apagón que dejó sin electricidad a millones en la penÃnsula ibérica ha demostrado que el sistema eléctrico requiere soluciones más innovadoras y efectivas. En Utrecht, PaÃses Bajos, se está experimentando con una propuesta que parece sacada de un libro de ciencia ficción pero que ya es una realidad: utilizar coches eléctricos para estabilizar la red.
Una idea revolucionaria. Según Reuters, la tecnologÃa Vehicle-to-Grid (V2G) permite que los coches eléctricos no solo consuman electricidad, sino que también la devuelvan a la red durante los picos de demanda. De este modo, se convierten en unidades móviles de almacenamiento que ayudan a equilibrar un sistema cada vez más dependiente de energÃas renovables, que son intrÃnsecamente variables.
Beneficio dual. Con el impulso de empresas como We Drive Solar y el apoyo de Renault, el proyecto convierte a los vehÃculos eléctricos en soluciones de almacenamiento energético portátil. Durante las «horas valle» nocturnas, los coches almacenan energÃa, idealmente de fuentes renovables, que luego devuelven a la red en momentos de alta demanda a través de cargadores bidireccionales.
Este avance ha sido posible gracias a la mejora de las baterÃas y al desarrollo de cargadores inteligentes capaces de gestionar el flujo bidireccional de energÃa. Reuters informa que en Utrecht se han desplegado 500 vehÃculos Renault R5 E-Tech que son compatibles con V2G, junto con al menos 50 puntos de recarga bidireccionales. La inversión para este proyecto asciende a unos 100 millones de euros.
La elección de Utrecht. La ciudad no fue elegida al azar: el 35% de sus tejados están equipados con paneles solares, otorgándole la mayor densidad solar per cápita de Europa. Esto genera un desafÃo energético: en ocasiones, la producción solar excede el consumo. Al usar coches eléctricos compartidos para almacenar este excedente, se consigue devolver energÃa a la red cuando más se necesita.
Proyectos en fase de prueba. En el resto de Europa, se están dando los primeros pasos hacia este modelo. Aunque Utrecht lidera con su ecosistema V2G ya en marcha, la mayorÃa de los proyectos en Europa son pilotos. Volkswagen, por ejemplo, planea lanzar este otoño un proyecto en Suecia con 200 cargadores Ambibox, mientras que en España algunas electrolineras ya utilizan este sistema de manera experimental.
Un modelo de almacenamiento innovador. El caso de Utrecht va más allá de ser un proyecto local: es una demostración de cómo la movilidad eléctrica puede integrarse activamente en el sistema energético. Mientras se desarrollan grandes baterÃas industriales, miles de coches eléctricos podrÃan realizar un trabajo similar de forma distribuida, silenciosa y eficaz. Lo que hoy es un experimento en los PaÃses Bajos, podrÃa convertirse mañana en una solución común en ciudades de todo el mundo.
Imagen | Pexels
Xataka | A ojos de la DGT, un Seat Ibiza contamina más que un Lamborghini. El Gobierno quiere acabar con ello
Deja una respuesta