Desde el inicio de su mandato, el presidente Donald Trump implementó una serie de medidas arancelarias que han hecho tambalear las relaciones comerciales de Estados Unidos con varios países. Estas acciones han generado preocupación en la ESA (Entertainment Software Association), que agrupa a gigantes del sector como Xbox, Playstation, Nintendo y Ubisoft. La industria de los videojuegos, muy globalizada, podría sufrir significativamente por estas medidas económicas.
Conflicto arancelario en marcha. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus socios son crecientes. Cuando EEUU propuso un arancel del 10% sobre productos chinos, China respondió con tarifas similares del 10 al 15% sobre bienes estadounidenses como carbón, gas y petróleo. Aranceles del 25% anunciados para Canadá y México también han generado reacciones similares.
Advertencias de la ESA. En un comunicado, la asociación señaló que «los aranceles sobre dispositivos de videojuegos y productos relacionados impactarían negativamente a millones de estadounidenses y dañarían la economía estadounidense». Aunque analistas como David Gibson de MST Financial sostenían que los aranceles a China no afectarían el precio de la Nintendo Switch 2 en EE.UU., reconoció que la situación podría cambiar si se mantienen las tarifas a países como Vietnam, cruciales en la fabricación de la consola.
El impacto en los juegos físicos. Aunque los juegos físicos representan una fracción cada vez menor del mercado, podrían verse aún más afectados. Daniel Ahmad destaca que el arancel del 20% sobre productos chinos impactaría en tecnología como consolas, móviles y GPUs. Además, el 25% que Trump planea imponer a México afectaría a la producción de discos, donde este país tiene un papel relevante.
El declive del formato físico. El analista Mat Piscatella prevé un panorama poco alentador: «No me sorprendería que los juegos físicos sujetos a estas tarifas simplemente no se produjeran, empujando a las editoras hacia una estrategia digital». Añade: «Qué desastre». Aunque por ahora son suposiciones, existe consenso entre los analistas sobre el posible impacto negativo en editoras estadounidenses, justo lo que esta política pretende evitar.
Hacia un futuro digital. Este podría ser el golpe final para los juegos físicos. El formato digital sigue ganando terreno, como lo demuestran las cifras: en 2023, el 95% de los videojuegos se vendieron digitalmente. Decisiones como la de Sony al lanzar la PS5 Pro sin unidad de disco (adquirible por separado) o el nuevo modelo de Xbox Series S de Microsoft, también sin disco, indican claramente hacia dónde se dirige la industria.
Autor del artículo: Álex Alcolea
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