Hace unos 45.000 años, los cazadores-recolectores fueron los primeros humanos modernos en llegar a Europa, territorio dominado entonces por los neandertales. Posteriormente, los agricultores procedentes de Oriente Medio se asentaron hace unos 11.000 años. Finalmente, hace unos 5.000 años, los pastores nómadas de las estepas de Asia Central marcaron su huella.
Según un estudio publicado en la revista Nature, este es el legado genético compartido por los europeos. Un legado que, en una increÃble coincidencia histórica, está relacionado con la alta incidencia de esclerosis múltiple en la región.
Evolución genética en las vastas estepas. Mientras la agricultura tomaba fuerza globalmente, la extensa estepa euroasiática seguÃa su curso. La cultura yamna, formada por pueblos pastores en las planicies situadas al sur de los Urales y al este del mar Negro, coexistió durante generaciones con el ganado.
Variante genética. En este contexto, emergió una variante genética que aumentó la inmunidad contra zoonosis, es decir, infecciones del ganado que podÃan transmitirse a las comunidades humanas que convivÃan con ellos. Cinco mil años después, esta variante está asociada al mayor riesgo de esclerosis múltiple entre los europeos.
Profundizando en las raÃces de las enfermedades modernas. Un estudio liderado por las Universidades de Cambridge y Copenhague, con la colaboración de varias instituciones, ha analizado el ADN de casi 5.000 individuos a lo largo de la historia, con restos que datan de hace 34.000 años.
La reconstrucción del árbol genético humano. Al reconstruir este vasto árbol, los investigadores descubrieron claves que explican por qué algunas regiones o grupos étnicos son más propensos a ciertas enfermedades. Se identificó, por ejemplo, que los europeos del sur, con un fuerte legado genético de agricultores de Oriente Medio, tienen mayor predisposición a trastornos bipolares; los del Este, a Alzheimer o diabetes; y los del noroeste, a la esclerosis múltiple.
Un enigma médico. Durante años, los cientÃficos han intentado comprender por qué Europa, con cerca de 143 casos por cada 100.000 habitantes, presenta una de las mayores tasas de esclerosis múltiple en el mundo. Aunque hacia el sur y el este estas cifras disminuyen, el riesgo elevado sigue siendo un rasgo distintivo europeo.
Una nueva perspectiva. Lo fascinante es que entender que la clave está en la historia genética de sus pobladores no es solo un dato curioso. Considerar esto desde una óptica evolutiva nos ayuda a comprender la enfermedad de manera novedosa.
Imagen | Charlotte Venema
*Una versión anterior de este artÃculo se publicó en enero de 2024
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