«El tráfico de residuos es un negocio lucrativo y se perfila como uno de los problemas más graves para los próximos años», afirmó Clemente GarcÃa Barrios, quien fuera el jefe del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil hasta agosto pasado. En 2021, sus palabras parecen haber sido proféticas.
Una clara evidencia de sus predicciones es el reciente desmantelamiento por parte de Seprona de una red internacional dedicada al tráfico de residuos. Esta organización introducÃa 40,000 toneladas de basura procedente de Italia en vertederos de Cuenca y Tarragona. Han sido detenidas 15 personas, involucradas siete empresas y se detectaron pagos que superan los 19 millones de euros.
Como mencionó el General de división GarcÃa, esto solo es el comienzo.
¿Qué ha ocurrido exactamente? La Unidad Central Operativa de Medio Ambiente informó que la investigación comenzó tras detectar la entrada a España de toneladas de residuos sin tratamiento previo, sospechando la posible falsificación de documentos para justificar esos traslados.
Las pesquisas revelaron una red de empresas que recibÃa la basura en Italia para luego trasladarla a España, simulando procesos de tratamiento que nunca ejecutaban. Documentalmente todo parecÃa en regla, aunque la realidad era otra.
Es complicado que estuviera en orden. Según la normativa actual, la exportación de desechos es un asunto muy delicado, dado que cada paÃs debe gestionar los residuos generados en su territorio. Hasta 2018, el sistema se sostenÃa enviando millones de toneladas a China.
La negativa de China a seguir comprando residuos desestabilizó el sistema. Desde entonces, no hemos logrado encontrar una solución definitiva, recurriendo solo a métodos temporales y engañosos.
Una bolsa de basura en un vertedero. Aunque pueda parecer un hecho aislado, esta actividad delictiva crece entre un 5% y un 7% anual, según la Guardia Civil.
Para dimensionarlo: es la cuarta actividad ilegal más significativa a nivel mundial, superada solo por el tráfico de drogas, la trata de seres humanos y la falsificación. Las cifras son impactantes.
En 2021, el Consejo de la Unión Europea incluyó los delitos medioambientales entre sus prioridades en la lucha contra el crimen organizado y grave. Lo sucedido hoy representa un avance, pero aún queda mucho por abordar.
Imagen | Kenny Eliason
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