El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado luz verde a un acuerdo de 40 meses bajo su Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para El Salvador, que contempla un acceso de $1.4 mil millones, lo que equivale al 360% de la cuota del paÃs.
Con esta aprobación, El Salvador recibe de inmediato $113 millones, y se anticipa que este acuerdo servirá para atraer apoyo financiero adicional de instituciones multilaterales. En conjunto, esto podrÃa sumar más de $3.5 mil millones en financiamiento global a lo largo del programa.
El FMI destacó que el programa busca corregir desequilibrios macroeconómicos y promover la buena gobernanza y transparencia, con miras a fortalecer el crecimiento y la resiliencia económica de El Salvador.
Dentro del marco de este acuerdo, se espera que el saldo primario del paÃs mejore en un 3.5% del PIB en tres años, sustentado inicialmente por un ajuste en la masa salarial, mientras se protege el gasto social y en infraestructura. Esta mejora se verá reforzada por medidas para incrementar las reservas, afianzar la estabilidad financiera y fortalecer la transparencia fiscal, combatiendo la corrupción y previniendo el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
El FMI también abordó los riesgos relacionados con el proyecto Bitcoin, haciendo que la aceptación de esta criptomoneda sea voluntaria, limitando la intervención del sector público en actividades relacionadas con esta.
En palabras de Nigel Clarke, subdirector gerente y presidente interino del directorio ejecutivo, «El Salvador ha experimentado un crecimiento económico continuo, gracias a las remesas y el turismo, asà como a una mejor seguridad. A pesar de la reducción de déficits externos y la inflación, el paÃs enfrenta desafÃos macroeconómicos significativos debido a su alta deuda y poca solidez en sus reservas externas. El acuerdo de SAF busca crear las condiciones para un crecimiento más robusto e inclusivo».
Clarke enfatizó que este programa está diseñado para fortalecer la sostenibilidad fiscal y externa de El Salvador, mediante una consolidación fiscal que impulsa el crecimiento, reduce la deuda pública y construye reservas fiscales. Esto se logrará a través de la mejora en la eficiencia del gasto público y reformas en el servicio civil y el sistema de pensiones, sin dejar de lado la importancia de proteger los gastos sociales y de infraestructura.
Finalmente, Clarke subrayó que el acuerdo también busca aumentar la resiliencia de El Salvador frente a perturbaciones económicas, mediante el fortalecimiento progresivo de sus reservas externas y del sector financiero. Para ello, se ha aprobado un plan para aumentar la liquidez bancaria y se utilizarán los fondos del FMI para respaldar las reservas del Gobierno y del Banco Central. Además, se mejorará la regulación y supervisión financiera, respaldada por una nueva legislación sobre estabilidad financiera, lo que fomentará una inclusión financiera más sólida.
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