En 1994, Sony revolucionó el mundo de los videojuegos con su primera PlayStation. Este éxito monumental obligó a Sega y Nintendo, hasta entonces lÃderes, a replantearse su posición. La respuesta de Sony fue inmediata: comenzaron a desarrollar su sucesora, una máquina tan avanzada que hasta se consideró peligrosa. Hablamos de la PlayStation 2.
Ken Kutaragi, el cerebro detrás de la PlayStation original, ya estaba trabajando en la nueva consola a finales de 1994, apenas unos meses después del estreno de la PS1. Para 1997, los rumores sobre la PS2 ya circulaban, aunque Sony lo desmentÃa categóricamente.
No fue hasta el 2 de marzo de 1999 que Sony presentó oficialmente la PlayStation 2, introduciendo un término que serÃa recordado: «Emotion Engine». Este nombre hacÃa referencia al coprocesador gráfico clave de la PS2. Kutaragi también reveló que la consola serÃa compatible con los juegos de la PlayStation original.
El 4 de marzo de 2000, la PlayStation 2 llegó al mercado japonés con la revolucionaria inclusión de una unidad de DVD, impulsando el formato. Sin embargo, la consola debutó con un catálogo de juegos limitado. Además, solo se dispuso de un millón de unidades, lo que llevó a los fanáticos a acampar por dÃas frente a las tiendas. Pero más allá de la escasez, habÃa un motivo de preocupación aún mayor.
El temor de que fuese utilizada para fines militares
El gobierno japonés pronto se percató de que la PS2 no solo era una consola. El Emotion Engine tenÃa capacidades gráficas tridimensionales asombrosas para su época, gracias a sus unidades de procesamiento vectorial que ayudaban a calcular posiciones en un espacio fÃsico, herramienta valiosa en la creación de videojuegos.
No obstante, estas capacidades también tenÃan aplicaciones militares potenciales, como en sistemas de guiado de misiles.
Japón ya habÃa enfrentado problemas con tecnologÃa utilizada en aplicaciones militares. Un incidente en 1998, donde un submarino norcoreano hundido contenÃa componentes de radar japoneses, llevó al gobierno a ser cauteloso. Este temor hizo que el ministerio de comercio japonés exigiera un permiso especial de exportación para la PS2, considerando su tecnologÃa como de posible uso militar.
Sony logró negociar con el gobierno para exportar las consolas, pero ciertos paÃses como Libia, Irán, Irak y Corea del Norte fueron excluidos. Sin embargo, algunas unidades saltaron las restricciones: el FBI investigó el envÃo de 4.000 PS2 a Irak, temiendo que pudieran ser usadas para desarrollar supercomputadoras militares. Se especuló que Saddam Hussein podrÃa aprovecharlas para fines bélicos, aunque también cabÃa la posibilidad de que simplemente se usaran para jugar.
Las agencias de inteligencia expresaron su preocupación, indicando que al combinar 12 o 15 PS2 se podrÃa tener suficiente potencia para controlar un UAV iraquÃ, algo que ahora conocemos como drones.
Además, argumentaban que estas supercomputadoras basadas en PS2 podÃan calcular trayectorias balÃsticas o incluso ayudar en el diseño de armas nucleares. Aunque las Naciones Unidas prohibÃan la venta de tecnologÃa a Iraq, las consolas de videojuegos no estaban contempladas en tal restricción.
Un intento fallido con PS2, pero un éxito con PS3
Los miedos sobre el uso de las PS2 para crear supercomputadoras no fueron infundados. En 2002, Sony lanzó un kit de Linux para la consola, lo que llevó al Centro Nacional De Aplicaciones de Supercomputación de EE.UU. a intentar construir una supercomputadora a partir de la PS2.
Ingenieros de la Universidad de Illinois ensamblaron un clúster con entre 60 y 70 PS2, invirtiendo unos 50.000 dólares. Aunque el sistema tenÃa aplicaciones en la cromodinámica cuántica, su utilidad fue más experimental que práctica.
Años después, el lanzamiento de la PS3 inspiró al ejército de EE.UU., que adquirió 1.760 consolas para construir una supercomputadora para el Air Force Research Laboratory, combinándolas con 168 GPUs.
El clúster, conocido como Condor, se convirtió en la computadora más potente del Departamento de Defensa de EE.UU., alcanzando los 500 TFLOPS. Su construcción costó solo una fracción de lo que habrÃa sido necesario con componentes tradicionales.
El cluster Condor, en su dÃa una de las supercomputadoras más potentes del mundo. Fuente: Phys.org.
Condor no solo ofrecÃa una impresionante capacidad de cálculo, sino que también era asombrosamente eficiente, utilizando solo un 10% de la energÃa de supercomputadoras equivalentes. Se usó principalmente para analizar imágenes satelitales de alta definición. Sin embargo, nunca se confirmó si Iraq logró utilizar aquellas PS2 con fines militares, y es probable que muchas simplemente se usaran para lo que fueron diseñadas: jugar.
Aquel episodio demostró la capacidad de las consolas de videojuegos para ir más allá del entretenimiento, abriendo una puerta de posibilidades —y preocupaciones— respecto a la tecnologÃa en los tiempos modernos.
*Este artÃculo fue previamente publicado en diciembre de 2022
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