Una imagen congelada de un niño sonriendo mientras su madre lo abraza podrÃa ser la estampa de una memoria común y corriente, pero hay algo diferente en esta foto: ha sido transformada en un vÃdeo por una inteligencia artificial, lo cual le otorga el potencial de convertirse en un recuerdo ficticio.
Sin embargo, el video resultante es un recuerdo fabricado.
Alexis Ohanian, cofundador de Reddit, compartió en X una experiencia personal al convertir una de sus fotos en un video a través de la plataforma de IA de Midjourney, expresando que no estaba preparado para las emociones que esto le provocarÃa. Al no tener vÃdeos de su infancia, esta tecnologÃa le ofreció una representación visual emotiva de su madre abrazándolo, una simulación que revivió en múltiples ocasiones.
Este experimento desencadenó un debate moral y filosófico sobre el impacto de estos recuerdos artificiales en la percepción individual y colectiva. Mientras algunos defienden el uso de la IA para preservar momentos que jamás existieron en video, crÃticos señalan que estos recuerdos no son auténticos, agregando palabras y gestos a personas que nunca los expresaron.
El cine también ha servido como marco de referencia en este debate. La usuaria Vanillaelle comparó la situación con un icónico fotograma de Harry Potter, mientras otro usuario, llamado Andro, utilizó ‘Matrix’ como metáfora para cuestionar por qué las personas podrÃan elegir una realidad fabricada sobre la verdadera.
La era de los recuerdos simulados
La capacidad de la IA para crear recuerdos ficticios plantea desafÃos en la psicologÃa. Estos recuerdos pueden ser totalmente inventados o distorsiones de eventos reales. Expertos como Elizabeth Loftus han señalado que la memoria es una construcción susceptible a la influencia, pudiendo ser moldeada por repeticiones y evocaciones de eventos inventados.
El psicólogo Francisco Tabernero observa que, aunque los recuerdos pueden estar ya distorsionados de por sÃ, convertir una imagen en un video no necesariamente alterará significativamente la emoción detrás del recuerdo original.
Para algunos expertos, como Santiago Sánchez-Migallón, filósofo de la IA, la tecnologÃa debe ser vista como una herramienta que, si se maneja con responsabilidad, podrÃa ayudar incluso a aliviar traumas al permitirnos experimentar habilidades y situaciones que nunca vivimos de manera positiva.
No obstante, psicólogos como DarÃo BenÃtez advierten sobre las posibles consecuencias emocionales al reavivar sentimientos ya procesados, sugiriendo que estos recuerdos pueden alterar la percepción del pasado y las emociones conectadas a ellos.
El riesgo de modelar la memoria
Las implicaciones de esta tecnologÃa van más allá del individuo. Existe un peligro de que las personas elijan una vida construida sobre recuerdos artificiales, semejante al uso compulsivo de dispositivos móviles y redes sociales que pueden aislar a las personas de su entorno real.
Sánchez-Migallón sostiene que, aunque la gente ya dedica mucho tiempo a sus vidas digitales, crear recuerdos falsos ofrece una «alternativa de vida» que podrÃa hacer a algunos más felices al permitirles escapar de la realidad.
BenÃtez y Tabernero subrayan que basar decisiones en recuerdos falsos podrÃa resultar problemático, especialmente para quienes enfrentan situaciones emocionales delicadas como el estrés postraumático.
A pesar del potencial de las tecnologÃas digitales para conectar personas, también existe riesgo de que nos lleven a preferir entornos virtuales que pueden desincentivar el contacto social auténtico, un dilema que debe ser cuidadosamente considerado mientras navegamos por este nuevo territorio tecnológico.
Imagen | Warner Bros.
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