“Voy a mostrarles cómo gano 5.000 dólares cada dos semanas en Australia”, comienza diciendo ‘tonylopezz13’, un joven español en su viral video de TikTok. Esta declaración llama la atención, especialmente cuando se compara con el salario mínimo en España, de 13.81,33 euros. Sin embargo, el caso de ‘Tony’ no es único. Varios jóvenes de España y otras nacionalidades están migrando a Australia con un propósito en mente: trabajar en las minas.
Aunque hay detalles importantes a considerar.
El atractivo australiano. Aunque los migrantes extranjeros no son el grupo mayoritario en Australia, la introducción del visado ‘Working Holiday’ en 2015 lo ha vuelto atractivo. El país, a pesar de su alto costo de vida, ofrece uno de los salarios base más altos del mundo (24,10 dólares por hora en algunos sectores) y permite a personas entre 18 y 30 años residir por 12 meses bajo este visado.
Existen otros tipos de visado, incluyendo los de estudiantes que autorizan trabajos limitados por semana, o los de trabajadores cualificados contratados por empresas australianas. Desde su implementación, alrededor de 5.000 jóvenes españoles han accedido al mercado laboral australiano, muchos a través de estas vías y, como vemos en redes sociales, algunos para trabajar en minas.
Industrias mineras. Australia es un gigante en producción y exportación de carbón, con minas ubicadas principalmente en Queensland, donde operan gigantes como BHP Mitsubishi Alliance o la mina de Carmichael, una de las más grandes del mundo con una capacidad de producción de 60 millones de toneladas anuales.
Pese a las críticas por el impacto ambiental, como la contaminación de aguas subterráneas y posibles daños a la barrera de coral, y el efecto general negativo sobre el ambiente, la minería sigue siendo clave para la economía y el comercio exterior del país.
Condiciones FIFO. La minería ofrece buenos salarios. Las remuneraciones varían entre 70.000 y 150.000 dólares australianos al año, dependiendo del rol. Para posiciones cualificadas, los sueldos oscilan entre 90.000 y 150.000 dólares anuales.
En roles menos cualificados, se sigue el modelo Fly-In Fly-Out o FIFO, que implica trabajar dos semanas seguidas en jornadas de 12 horas diarias, para luego descansar en casa, esperando ser llamado nuevamente. Es una modalidad temporal o casual.
Influencia minera. Los trabajos comunes incluyen limpieza de habitaciones, comedores y cocinas en las instalaciones mineras. Aunque implica esfuerzo, la remuneración es elevada, algo que jóvenes de todo el mundo han empezado a compartir en redes como TikTok, Instagram y YouTube Shorts.
Numerosos contenidos bajo #Miningaustralia o #Fifoaustralia muestran sus rutinas diarias, con el protagonismo del dinero ganado por pocos días de trabajo. No son solo virales, sino inspiradores para aquellos deseosos de estas condiciones.
Historias inspiradoras. Un ejemplo es Sienna Mallon, una joven australiana que ha ganado popularidad al compartir su experiencia trabajando en minas de carbón y oro, hablando sobre los desafíos y beneficios del modelo FIFO y acumulando unos 450.000 seguidores entre TikTok e Instagram.
El fenómeno de atracción. Muchos comentarios en sus vídeos preguntan sobre cómo aplicar a estos empleos, algo que también ocurre en los de ‘Tony’, con personas tanto de España como de Latinoamérica consultando cómo acceder a estas oportunidades laborales.
“Vi esos videos en TikTok y decidí que debía aprovechar la oportunidad”, afirma un joven de 25 años a LeMonde.
Beneficios incluidos. Los altos sueldos se justifican por la lejanía de las minas de las ciudades, requerimiento de incentivos para atraer trabajadores a estas locaciones remotas. Los gastos son mínimos, con alojamiento, comida, y entretenimiento cubiertos, permitiendo ahorrar o invertir en turismo durante los días libres.
Detalles importantes. Antes de considerar un vuelo a Australia, hay aspectos a tener en cuenta. “La paga es buena, pero el trabajo es agotador”, revela otro joven a LeMonde. ‘Tony’ también advierte: “no quiero vender la moto: la vida durante esos 14 días es dura”. En su video, explica que el salario elevado se debe a su estatus de trabajador temporal.
Esto implica jornadas de 10 horas diarias durante dos semanas por 4.898 dólares australianos, unos 3.000 euros. Luego, se espera por la próxima llamada, que puede llegar en cualquier momento para un turno de dos semanas o incluso un solo día.
Un entorno desafiante. Este estilo de vida no es fácil, y no todos se adaptan. A pesar de las críticas, algunos disfrutan de la posibilidad de ahorrar y llevar un estilo de vida distinto, aunque el consenso es que los ritmos son desgastantes. Un joven argentino de 27 años comenta a un medio francés que “la paga es buena, pero es agotador. El ambiente puede ser tóxico y la carga laboral es pesada”.
Antes trabajaba en una ONG y ahora es jefe de cocina y limpieza en el campamento minero por 6.300 dólares australianos mensuales, pero admite que “este tipo de empleo no es beneficioso para la salud, y muchos caen en depresión”.
Imágenes | Xataka, Jean-Pol GRANDMONT
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