Aún existe un gran desconocimiento sobre el autismo, pese a que estudios anteriores indican que los trastornos del espectro del autismo (TEA) afectan a uno de cada 100 nacimientos. Hasta el momento, se sabía que un 20% de los casos estaba asociado a una mutación genética específica, mientras que el 80% restante se catalogaba como “autismo idiopático”. Sin embargo, un nuevo hallazgo ofrece una pista significativa sobre este último grupo.
Descubrimiento de Ocho Aminoácidos. Un estudio conducido por investigadores del Institute for Research in Biomedicine (IRB Barcelona) ha identificado los mecanismos genéticos que provocan la aparición de numerosos casos de autismo. Los investigadores esperan que este hallazgo contribuya al desarrollo de futuras terapias.
Investigaciones Previas. El estudio reciente se basa en una investigación iniciada hace varios años, cuyos primeros resultados se dieron a conocer en 2018. En este trabajo inicial, se identificó la función de una proteína llamada CPEB4 en individuos con autismo. Se descubrió que en estas personas faltaba un microexón relacionado con dicha proteína, es decir, un breve fragmento de ADN que codifica para unos pocos aminoácidos.
El nuevo estudio continúa con esta línea de investigación y muestra cómo la ausencia de este microexón provoca alteraciones en la actividad cerebral de la proteína CPEB4.
Importancia de la Condensación. Según el equipo de investigación, el microexón es responsable de codificar un segmento de la proteína CPEB4 que no tiene estructura definida. La estructura de una proteína, es decir, cómo se pliega, es crucial, ya que las proteínas con regiones desordenadas pueden condensarse en pequeñas “gotas” dentro de la célula.
Estas gotas se encargan de “almacenar” otras moléculas, como cadenas de ARN mensajero (ARNm), que son liberadas cuando los condensados se deshacen. El estudio revela que el microexón ausente en personas con autismo es clave para la estabilidad y correcto montaje y desmontaje de estos condensados en respuesta a estímulos celulares.
“Sin el microexón, los condensados se vuelven menos dinámicos y pueden formar agregados sólidos que no funcionan correctamente”, comenta Xavier Salvatella, coautor del estudio. Cuando los condensados no cumplen su función, retienen de manera indefinida el ARNm, que en este caso codifica genes ya conocidos por su vinculación con el autismo.
Impacto en el Desarrollo Neuronal. Esto podría desencadenar alteraciones en el desarrollo de neuronas, manifestándose en los síntomas característicos del autismo. Este mecanismo también podría explicar la diversidad en las manifestaciones del autismo idiopático, así como sus diferentes grados de severidad.
“Nuestros resultados sugieren que incluso reducciones pequeñas en la inclusión del microexón pueden tener efectos significativos. Esto podría esclarecer por qué algunas personas desarrollan autismo idiopático sin poseer una mutación genética identificable”, explican Carla Garcia-Cabau y Anna Bartomeu, autoras principales del artículo recientemente publicado en la revista Nature, donde se detallan los resultados de la investigación.
Prospectivas para Nuevas Terapias. El equipo de investigación explora posibilidades para transformar este conocimiento en terapias para personas con autismo. Por ahora, han observado que sería factible introducir el microexón en las células para, al menos parcialmente, restaurar el correcto funcionamiento de las proteínas CPEB4 y revertir los síntomas asociados.
Imagen | IRB Barcelona
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