Las personas no envejecen al mismo ritmo. De ahí la distinción entre nuestra edad cronológica, el tiempo desde nuestro nacimiento, y la edad biológica, que refleja el estado real de envejecimiento de nuestro cuerpo.
No obstante, la edad biológica no es homogénea: diferentes partes del cuerpo pueden envejecer a distintas velocidades.
El descubrimiento del «punto caliente» del envejecimiento. Un estudio reciente revela que incluso las neuronas del cerebro pueden envejecer a diferentes ritmos. Los investigadores identificaron una región cerebral donde este deterioro ocurre más rápidamente, un «punto caliente» del envejecimiento cognitivo.
El equipo detectó que algunas células cerebrales se modificaban más que otras con el tiempo. Este punto caliente se encuentra en el hipotálamo, donde estas células «cambiantes» son especialmente prevalentes.
“Nuestra hipótesis es que estas células se vuelven menos eficientes al procesar señales del entorno o de nuestra dieta, y que esta pérdida de eficiencia podría contribuir al envejecimiento en el resto del cuerpo. Es fascinante y notable que podamos detectar estos cambios específicos con nuestras técnicas,” afirmó Kelly Jin, coautora del estudio.
Células vulnerables. Las células gliales, destacadas por el equipo, juegan un papel de soporte y son las que experimentan más cambios genéticos con el envejecimiento.
El estudio también analizó la actividad génica y descubrió que, en cerebros envejecidos, los genes relacionados con la inflamación aumentaban su actividad, mientras que los asociados con la estructura y función neuronal la disminuían.
Análisis de 1,2 millones de células. Utilizando herramientas de análisis genético, el equipo examinó células individuales de cerebros de ratones jóvenes y de mediana edad, explorando 16 áreas cerebrales que abarcan el 35% del volumen cerebral del ratón.
Los resultados se publicaron en la revista Nature como parte de la BRAIN Initiative (Brain Research Through Advancing Innovative Neurotechnologies)- BICCN (Cell Census Network), un proyecto que estudia 1,2 millones de células cerebrales de ratón, alrededor del 1% de su total.
Conservar la claridad mental. El cerebro, al igual que el resto del cuerpo, no escapa al paso del tiempo. En un mundo con poblaciones cada vez más envejecidas, el deterioro cognitivo es un tema crucial para los neurólogos. Entender el envejecimiento celular cerebral podría ser clave para ralentizar este proceso.
Influencia de la dieta. El estudio sugiere que la dieta podría desempeñar un rol importante en el retraso del deterioro cerebral. El «punto caliente» identificado resulta de una combinación de disminución de la función neuronal y mayor inflamación en células del hipotálamo, ubicadas cerca del tercer ventrículo.
Estas células están asociadas con el consumo alimenticio, la homeostasis energética, el metabolismo y la utilización de nutrientes, indicando una conexión entre dieta, envejecimiento cerebral y otros factores.
Imagen | Allen Institute
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