Los cannabinoides, conocidos principalmente por su asociación con las plantas de Cannabis, o cáñamo, están presentes en una planta que podría sorprendernos por su relación evolutiva más cercana con la lechuga que con el cannabis. Aunque los nombres más familiares de estos compuestos incluyen el THC y el CBD, esta conexión no es exclusiva del cannabis.
El paraguas lanudo. La planta sudafricana conocida como paraguas lanudo (Helichrysum umbraculigerum) ha demostrado contener 40 compuestos cannabinoides, muchos de ellos previamente desconocidos. Pertenece al género de plantas llamado flor de papel o helicriso, el cual está más próximo a especies como los girasoles o la lechuga, en contraste con el cannabis.
Aunque el paraguas lanudo presenta un menor número de compuestos cannabinoides que el género Cannabis, donde se pueden encontrar más de 100, el equipo detrás de este descubrimiento sugiere que la planta podría ser clave en el desarrollo de nuevas terapias.
“Hemos identificado una fuente significativa de nuevos cannabinoides y desarrollado métodos para su producción sostenible, un avance que podría abrir camino a su vasto potencial terapéutico”, explicó Shirley (Paula) Berman del equipo de investigadores.
Terapias diversas. A pesar de que en ciertas aplicaciones las pruebas sobre su eficacia son limitadas, el uso de cannabinoides como tratamiento continúa creciendo junto con la investigación sobre sus propiedades. Un área donde estos compuestos han mostrado efectividad es en el alivio de náuseas para pacientes sometidos a quimioterapia.
También se han explorado su potencial en el alivio del dolor, la ansiedad y la epilepsia. Según el equipo de estudio, el hecho de que los receptores moleculares que interactúan con estos compuestos se encuentren a través de todo el cuerpo humano, y no solo en el cerebro, amplía su potencial terapéutico a enfermedades que incluyen desde trastornos neurodegenerativos hasta el cáncer.
Sintetizando compuestos. Entender cómo las plantas sintetizan naturalmente estos compuestos es crucial para el desarrollo de tratamientos. El equipo ha logrado descifrar el proceso bioquímico que utiliza la planta para la producción de estos cannabinoides, lo que marca un avance significativo.
La investigación incluyó espectroscopia de masas de alta resolución para identificar los cannabinoides presentes en la planta, junto con resonancia magnética nuclear para determinar la estructura de varios compuestos. Esto permitió al equipo reconocer el “camino” bioquímico seguido por la planta para sintetizar estos cannabinoides.
Los detalles del estudio fueron publicados en la revista Nature Plants.
CBG. De los 40 compuestos encontrados en la planta, solo seis están presentes en el cannabis. Curiosamente, ni el THC ni el CBD aparecen en el paraguas lanudo, pero sí el CBG (cannabigerol), que se encuentra en ambas plantas.
Del ritual al laboratorio. El descubrimiento de cannabinoides en esta planta no es completamente novedoso. Evidencias de este hecho se remontan décadas, ya que el paraguas lanudo era utilizado en rituales donde se quemaba para producir humos “intoxicantes”, señalando así su potencial intoxicante desde antaño.
Imagen | Sagit Meir / United States Fish and Wildlife Service
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