La gastronomÃa latinoamericana es un reflejo fascinante del mestizaje cultural. Explorar el origen de sus platos más icónicos nos ayuda a entender mejor el cruce de culturas. En el caso de México, su oferta culinaria es tan atrayente que incluso capturó el interés de una figura inesperada: Adolf Hitler.
La bebida que despertó su fascinación fue el pulque, llevándolo a encomendar la producción de un documental sobre ella. ¿La solución más directa? Despachar un equipo de cineastas nazis a tierras mexicanas.
La obsesión por la raza aria. Varias eran las obsesiones del lÃder nazi. Una de ellas era proyectar una imagen de lÃder perfecto, un mesÃas del pueblo alemán. Se decÃa que cuidaba mucho su salud: abstemio, no fumador y vegano. Sin embargo, hay quienes cuestionan esa imagen, sugiriendo que ciertas afirmaciones eran más una fachada, especialmente en lo que respecta a su abstinencia.
En su afán de mejorar tanto su salud como la de la raza aria, Hitler promovió la investigación de los orÃgenes de esta raza (una cuestión que interesaba aún más a Himmler) y de productos alimenticios que maximizaran el rendimiento corporal. Allà fue donde el pulque entró en escena.
Pulque. El pulque, con un contenido alcohólico entre el 3 y el 6%, es una bebida prehispánica conocida también como aguamiel, obtenida mediante la fermentación del agave. Su origen se remonta al siglo IV a.C., y ha jugado roles significativos en la medicina y ritos de culturas como los toltecas y mexicas.
En ciertas culturas, su consumo estaba regulado estrictamente, con castigos para quienes lo bebÃan sin tener la edad permitida. Permitido para sacerdotes, mujeres lactantes y enfermos, lo que interesó a Hitler fue su antigüedad y su reputación como bebida mÃstica y medicinal.
El documental. La fascinación de Hitler lo llevó a enviar a su cineasta, Hubert Schonger, a México en 1936 para filmar un documental sobre el pulque. Capturaron imágenes en el Valle de Apan y Puebla, creando «Pulquebereitung in Mexiko» –un documental mudo de 12 minutos que mostraba la producción del pulque.
El documental presenta a jornaleros en las labores de extracción del aguamiel y su preparación. Durante su proyección, un narrador leÃa un guion de 14 páginas explicando las escenas. Desafortunadamente, tras la Segunda Guerra Mundial, la cinta se perdió.
70 dólares. En 2006, el documental resurgió durante una subasta en BerlÃn, donde Javier Gómez MarÃn, un coleccionista experto en pulque, adquirió la cinta por 70 dólares. Para Gómez MarÃn, el documental es una pieza invaluable, crucial en su colección.
Actualmente, las proyecciones del documental son esporádicas, restringidas a conferencias y exposiciones sobre el pulque. Para su preservación, el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM ha digitalizado el material original.
La hacienda de Puebla. La obsesión de Hitler por el pulque, considerada una «pócima mágica», permitió documentar la vida cotidiana del México de los años 30. Schonger también realizó otras tres producciones en el paÃs antes de regresar a Alemania.
Entre estas producciones se incluyen documentales sobre el cultivo del maÃz, la cultura maya y, como se observa aquÃ, sobre una hacienda alemana en Puebla.
Imágenes | AlejandroLinaresGarcia, Bundesarchiv
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