La contaminación industrial y minera es un problema latente en varios puntos del país. A menudo, persiste en áreas donde la desindustrialización ha dejado terrenos vacíos pero contaminados, y sigue siendo un problema en las cercanías de algunos polos industriales activos. Uno de los lugares más afectados por esta situación se ubica en el estuario de los ríos Odiel y Tinto, en la costa de Huelva.
As, Pb, Cd, Mo, Se. Un reciente estudio ha encontrado evidencias de que las comunidades cercanas a las zonas industriales de Huelva tienen en sus organismos niveles superiores al promedio de metales pesados, frecuentemente asociados con la actividad industrial.
En el estudio se observó cómo la población de la región presenta una acumulación elevada de ciertos elementos en sus cuerpos. La investigación se centró en la ciudad de Huelva, detectando variaciones en los contaminantes según el área de residencia de los participantes.
Diferencias en concentraciones. Los residentes en áreas próximas a las balsas de fosfoyesos mostraron una cantidad más alta de elementos como arsénico (As), plomo (Pb), cadmio (Cd), molibdeno (Mo) y selenio (Se), elementos habituales en los lugares donde se almacenan estos tipos de residuos.
Por otro lado, el estudio identificó zonas con mayor presencia de cobre (Cu), zinc (Zn) y aluminio (Al), principalmente cerca del área industrial de la región.
Globalmente, los habitantes de Huelva presentaron concentraciones elevadas de hierro (Fe), níquel (Ni), cromo (Cr), selenio (Se), arsénico (As) y cobre (Co), según los hallazgos del estudio.
El “polo químico” e industrial. La investigación se llevó a cabo en Huelva, situada cerca de la costa, donde los ríos Tinto y Odiel confluyen. La ciudad está rodeada por tres áreas industriales significativas, según explica el equipo detrás del estudio.
Primero, se encuentran las balsas de fosfoyesos, un subproducto industrial del proceso de extracción y tratamiento del ácido fosfórico. Este residuo está clasificado como material radiactivo de origen natural, o NORM (naturally occurring radioactive material), y la reserva de fosfoyesos en Huelva es la más grande de Europa.
Además, existen dos áreas industriales más convencionales: el “Polo Químico de Promoción y Desarrollo de Huelva—Punta del Sebo” y el “Nuevo Puerto Palos de la Frontera”, ambas cercanas a la capital, siendo la primera adyacente a esta.
55 participantes. El estudio se llevó a cabo con una pequeña muestra de residentes en la capital, obteniendo muestras de las uñas de sus pies para medir la concentración de diversos elementos como aluminio (Al), arsénico (As), cadmio (Cd), cobre (Cu), cromo (Cr), hierro (Fe), níquel (Ni), uranio (U), vanadio (V) y zinc (Zn).
Los detalles del estudio fueron publicados en un artículo en la revista Journal of Xenobiotics.
Imagen | Victor / Manuel Cortés Núñez
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