En los días recientes, el presidente Donald Trump ha lanzado una propuesta de alto al fuego a Vladimir Putin. De igual manera, el G7 ha instado a Rusia a aceptar este alto al fuego, advirtiendo que de no hacerlo, enfrentará nuevas sanciones. Sin embargo, uno de los recursos más valiosos de Moscú no está sufriendo inconvenientes gracias al mercado negro.
El mercado oculto. Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), la producción conjunta de petróleo de Rusia, Venezuela e Irán ha incrementado en marzo en comparación con los meses precedentes. El experto en energía Javier Blas advirtió en sus redes sociales: “A pesar de todos los rumores sobre nuevas sanciones, el mercado negro del petróleo está prosperando”.
A pesar de las sanciones. Los mencionados países continúan exportando petróleo, aprovechando vacíos en la normativa y la falta de determinación política para detener el flujo ilegal de crudo, como explica Javier Blas en su columna. Además, el informe de la IEA señala que las exportaciones de Rusia e Irán no han sufrido alteraciones relevantes, ya que ambos países atienden la demanda de China e India. En cuanto a Venezuela, ha enfrentado más dificultades debido a la revocación de la licencia de Chevron, dependiendo más de intermediarios, especialmente de China, para exportar su petróleo.
El precio sigue cayendo. El mercado petrolero está enfrentando una «tormenta perfecta», donde un actor inesperado, Kazajistán, ha cobrado protagonismo en el panorama energético. Aunque no se conocía por ser un gran productor como Rusia, Irán o Venezuela, su creciente relevancia en la OPEP+ y su política de sobreproducción están impactando la oferta global de petróleo. En conjunto, Rusia, Irán y Venezuela producen 16 millones de barriles diarios, lo que equivale al 15% del mercado mundial, con precios más bajos que afectan al mercado tradicional.
¿Cómo lo logran? El mercado negro del petróleo ha implementado diversas tácticas para esquivar las sanciones. Petroleros sin sanciones y transferencias en alta mar, conocidas como «buques fantasma», se han vuelto rutas frecuentes para continuar exportando el crudo de estos países. A pesar de ser arriesgada y costosa, esta estrategia resulta atractiva por el alto margen de beneficio. Los intermediarios desempeñan un rol fundamental, ya que mediante la triangulación con países que no imponen sanciones, como China e India, continúan comprando y transportando el petróleo sancionado sin temor a consecuencias inmediatas.
Europa sin capacidad de acción. Mientras tanto, la UE enfrenta una situación desafiante. Por un lado, no puede intervenir contra el mercado negro. Por otro lado, Bloomberg adelanta que un posible acuerdo entre el Kremlin y EEUU sobre Ucrania podría restablecer los flujos de los gasoductos rusos hacia Europa. Esta declaración añade incertidumbre a la situación, ya que recientemente se reavivó el debate entre Rusia y Estados Unidos sobre la reapertura del NordStream 2.
El impacto global. Con Rusia, Irán y Venezuela manteniendo las exportaciones del mercado negro y Kazajistán y Estados Unidos aumentando la producción, los precios seguirán bajo presión. Además, la falta de un acuerdo de alto al fuego en la guerra de Ucrania perpetúa la incertidumbre en los mercados energéticos. La conjunción de estas dinámicas podría seguir alterando el equilibrio del mercado global, dejando la situación energética todavía más vulnerable.
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Xataka | Europa ha enviado 18.000 millones de euros a Ucrania para la guerra. El problema es que se ha gastado más en petróleo y gas ruso
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