Europa continúa apostando por infraestructuras de gran envergadura. Actualmente, se está llevando a cabo la construcción del túnel sumergido más extenso del mundo entre Alemania y Dinamarca, asà como el impresionante túnel ferroviario bajo los Alpes. Sin embargo, incluso los 64 kilómetros de este último son superados por los 87 kilómetros del túnel que se proyectó para conectar Irlanda y Gales.
Este es el caso del túnel propuesto entre Holyhead y DublÃn, un proyecto que ha experimentado altos y bajos, y que, aunque sigue en el imaginario, está lejos de convertirse en una realidad palpable.
Objetivo: Conectar Irlanda. El Reino Unido enfrenta una situación geográfica única. Mientras que Inglaterra, Gales y Escocia están unidas por tierra, Irlanda del Norte se encuentra separada. Por ello, han surgido diversas propuestas para unir estas islas, incluyendo puentes y túneles entre Irlanda del Norte y Escocia.
Una de las propuestas más atractivas ha sido unir la República de Irlanda y Gales, particularmente entre los corredores de Rosslare y Fishguard, y DublÃn y Holyhead, por su importancia estratégica y sus buenas conexiones viales. De todas ellas, el túnel entre DublÃn y Holyhead era el más prometedor.
El precedente del ‘Irish Mail’. No es la primera vez que se intenta conectar ambas ciudades. Entre 1848 y 2002, un tren apodado ‘The Irish Mail’ unÃa estas localidades, partiendo de Londres hasta Holyhead, desde donde las mercancÃas continuaban hacia DublÃn mediante un ferry.
Esta nueva conexión parecÃa ser la más viable. Según Bill Grose, expresidente de la British Tunnelling Society, en una entrevista con la BBC en 2013, «intuitivamente, la ruta de Holyhead a DublÃn es más preferible que las demás. Está más cerca de Manchester y Liverpool y conecta directamente con DublÃn». Sin embargo, han transcurrido años sin avances significativos en el proyecto.
Inversiones y oportunidades laborales. Este túnel, el más extenso entre las propuestas, abarcaba unos 87 kilómetros. Aunque podÃa parecer un desafÃo por su longitud, su profundidad de apenas 100 metros facilitaba las obras. Se planeaba como un túnel ferroviario con una lÃnea de alta velocidad en Gales, y las cifras estimadas eran sorprendentes: 35.000 nuevos empleos y un coste de aproximadamente 15.000 millones de libras.
Un proyecto cuestionado. A pesar de estas estimaciones, el túnel ha sido catalogado por Financial Times en 2021 como «muerto, al menos por ahora». A pesar de seguir siendo tema de conversación, especialmente en medios como Express, el proyecto está actualmente en espera. Medios irlandeses también instaban a ignorar las promesas provenientes de Inglaterra, especialmente las de Boris Johnson, quien buscó revivir la iniciativa.
Dominic Cummings, exasesor de Johnson, también se refirió al proyecto diciendo que «la única agenda del primer ministro es comprar más trenes, bicicletas, autobuses y construir el túnel más estúpido del mundo a Irlanda».
Consideraciones geopolÃticas. Los intereses nacionales también juegan un papel. La República de Irlanda tendrÃa beneficios significativos, obteniendo una conexión directa con Europa continental mediante el túnel, mientras que Inglaterra sólo lograrÃa una ruta directa a sus vecinos occidentales.
Posibilidades futuras. A pesar de las dificultades, todavÃa hay factores que podrÃan reactivar el proyecto. Un informe de 2021 sugirió que el túnel podrÃa incorporar tecnologÃas para generar energÃa a partir de fuentes renovables, convirtiéndose en un proyecto atractivo. Además, el costo estimado de 15.000 millones de libras es inferior al de un puente.
Finalmente, se plantea que la idea podrÃa ser viable en un futuro donde los vehÃculos sean autónomos. Suiza, por ejemplo, planea para 2040 una red subterránea de 500 kilómetros para el transporte automatizado de mercancÃas.
Si algún dÃa se concreta la construcción de este túnel entre Irlanda y Gales, estos factores podrÃan ser cruciales. Por ahora, el proyecto permanece archivado.
Imagen | Daniel Schwen
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