Mientras el resto del mundo apenas comienza a despedir el 2024, en Japón ya parecen estar viviendo en el año 2124. Un ejemplo más de esta visión futurista es la reciente introducción por Lawson, una conocida cadena de tiendas de conveniencia, de la ‘Nomu mayo’, una curiosa bebida de mayonesa lista para disfrutar en el mismo lugar.
La compañía la describe como «la bebida fría que los fanáticos de la mayonesa han estado esperando durante mucho tiempo». Sin embargo, los aficionados a la mayonesa parecen no compartir esa opinión.
¿Qué es realmente ‘Nomu mayo’? Según la empresa, no se trata de mayonesa bebible en un sentido estricto, sino que es más bien una «bebida con estilo de mayonesa». Los ingredientes la describen como hecha de «leche, producto lácteo y condimento de mayonesa». Puedes encontrar más detalles aquí.
Pero, ¿realmente sabe a mayonesa? Según las críticas y primeras impresiones en redes sociales, el problema principal es que su sabor es increíblemente a mayonesa.
«Si no te gusta la mayonesa, esto podría matarte», así comienza David R. Munson su análisis de la bebida. Continúa afirmando que «si te gusta la mayonesa», esta bebida podría arruinarla para siempre. La opinión general es que «es tan horrible como suena«, «la tiré por el desagüe», o «esto no es algo que necesites en tu vida».
¿Es en serio esto? The Independent indica que Lawson lanzó el producto «en periodo de prueba». Las reacciones no logran esclarecer si este experimento será exitoso.
¿Y por qué mencionas que «Japón vive en el futuro»? No me refiero a la ‘Nomu mayo’ en sí, sino a cómo las tendencias digitales están impactando la economía. Experimentos como este no parecen ser apuestas serias: son una mezcla de meme, marketing y la transformación en experiencias únicas y llamativas.
Esta tendencia no es nueva en las cadenas de comida, donde los productos peculiares generan movimiento en los locales. Ha ocurrido con los turrones y diversos productos. Incluso innovaciones tecnológicas como los teléfonos plegables han encajado perfectamente en esta dinámica.
Parece que esta tendencia ha llegado a los supermercados, uno de los sectores más tradicionales. ¿Podríamos ver a compañías eléctricas ofreciendo «tarifas planas de velas» o a fabricantes de smartphones lanzando ‘teléfonos de envases yogurt e hilo’? Aún es temprano para afirmarlo, pero las señales de Japón sugieren que podría ser posible.
Imagen | Lawson / Andrew Leu
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