A más de una década del accidente nuclear de Fukushima, Japón busca ampliar su uso de energía nuclear. Sin embargo, los obstáculos para reactivar sus reactores continúan. En un hecho sin precedentes desde la creación de la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) en 2012, un reactor ha sido descartado de reactivación por completo.
¿Qué ha sucedido? La NRA ha determinado que el reactor número 2 de la planta nuclear Tsuruga, gestionada por Japan Atomic Power en Fukui, no cumple con los renovados criterios de seguridad nacionales.
Tras un periodo de casi nueve años de evaluaciones y un proceso de comentarios públicos, esta decisión ha llegado a su conclusión.
¿Por qué no consiguió la aprobación? La operadora de la planta había solicitado una revisión a la NRA con la intención de reactivar la instalación. Sin embargo, las pruebas revelaron que no cumplía con los estándares debido a que el operador no abordó adecuadamente los riesgos de seguridad relacionados con una falla activa localizada 300 metros al norte, que se extiende bajo la planta.
Según NHK, el presidente de la NRA explicó que esta es la primera sanción de su tipo desde la formación de la comisión, resaltando que realizaron un “examen exhaustivo técnico y científico”. Criticó a Japan Atomic Power por errores y modificaciones en los formularios, calificándolos de “extremadamente anormales”.
¿Reintentarán la solicitud? Japan Atomic Power Company planea presentar una nueva solicitud tras realizar investigaciones adicionales. La Comisión Reguladora ha indicado que todos los criterios deben cumplirse, más allá de la actividad de la falla.
Según declaraciones a NHK, la operadora expresó su decepción pero se comprometió a seguir trabajando en una nueva solicitud. Además, el presidente y vicepresidente devolverán voluntariamente el 50% de sus salarios ejecutivos.
Cabe recordar que en 2013, la compañía rechazó los hallazgos de una inspección del NRA que concluyó que las fallas del reactor estaban activas, solicitando un reinicio en 2015.
Las consecuencias de las fallas activas. Un destructivo terremoto de magnitud 7,6 golpeó Japón a principios de año, causando más de 400 muertes. El epicentro en la prefectura de Ishikawa estaba cerca de dos instalaciones nucleares, lo que reavivó los temores sobre la seguridad y el interés gubernamental en la energía nuclear.
Investigaciones en curso. A pesar de que algunos reactores no pueden reactivarse, Japón continúa investigando para localizar combustible fundido en el reactor primario número 2 de Fukushima, estudiando la degradación de los materiales de la planta.
En resumen, de más de 50 reactores comerciales, 27 han solicitado reinicios y 17 han sido aprobados según los estándares de seguridad posteriores a Fukushima. Aún queda por ver qué sucederá con el reactor Tsuruga número 2.
Imagen | NRA
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