‘Seven‘ se ha consolidado como un clásico indiscutible. Su estilo visual y trama influyeron profundamente en el cine de finales de los noventa y principios de los 2000, lanzando al estrellato definitivo a Brad Pitt, Morgan Freeman y Kevin Spacey, además de solidificar la reputación de David Fincher como director. Aunque su rodaje está lleno de anécdotas interesantes, un análisis de su impacto visual revela que Fincher era ya un maestro en el arte de dirigir, incluso en esta etapa inicial de su carrera. Cabe mencionar que está disponible para ver en Netflix, Movistar Plus+ y Filmin.
La trama sigue a dos detectives que, en una ciudad oscura y lluviosa, investigan a un asesino en serie cuyas vÃctimas son seleccionadas siguiendo un patrón vinculado a los pecados capitales. Su identidad permanece oculta hasta el final, que culmina con un giro sorprendente que sigue siendo impactante por su oscuridad. En una era previa al internet, cuando los spoilers no invadÃan cada rincón, ese desenlace dejó una marca indeleble en los espectadores, al igual que el papel de Kevin Spacey.
Para preservar el factor sorpresa, y pese al deseo de los productores de aprovechar la mayor cantidad posible de estrellas en el cartel, Kevin Spacey pidió no aparecer en los famosos créditos iniciales de la pelÃcula. Los productores, a regañadientes, accedieron a la petición en un rodaje ya tenso, pues Pitt, Freeman y Spacey se resistieron a filmar un final alternativo que salvaba al personaje de Gwyneth Paltrow del antagonista, John Doe.
Sin embargo, Spacey tenÃa otra motivación, más terrenal, para evitar aparecer en los créditos iniciales y en el cartel de la pelÃcula, como reveló posteriormente: su ausencia en el material promocional significaba que no tendrÃa que participar en entrevistas, ruedas de prensa, estrenos y presentaciones. Una auténtica ganga que no se interpondrÃa en su camino hacia convertirse en uno de los actores más renombrados de Hollywood, antes de su posterior declive en la industria.
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