Recientemente, hemos observado episodios de lluvias intensas que han roto varios récords y han elevado los niveles de los embalses a cifras que no se experimentaban en años. Sin embargo, con el verano a la vuelta de la esquina, el futuro resulta incierto.
El pico ha quedado atrás. A finales de mayo, los embalses lograron el mejor nivel de llenado del 2025, superando marcas de varios años, tras una prolongada sequÃa que amenazaba con secar muchos pantanos. No obstante, los datos más recientes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico reflejan un leve descenso en el agua almacenada, sugiriendo el fin de la bonanza primaveral.
Retroceso en casi todas las cuencas. El Ministerio ha informado que la reserva hÃdrica se sitúa en 43.038 hectómetros cúbicos (hm³), equivalente al 76,8% de su capacidad, descendiendo ligeramente respecto a los 43.412 hm³ (77,5%) de la semana anterior.
A nivel de cuenca, la mayorÃa de las grandes cuencas peninsulares han registrado reducciones, excepto las cuencas internas vascas, que se mantienen al 100%, y las internas catalanas, que aumentaron a 554 hm³, representando el 81,8% de su capacidad con 4 hm³ más que la semana anterior. El descenso más notorio ocurrió en las cuencas de la costa gallega, que pasaron de un 75,7% a un 73,7% de su capacidad.
La despedida de la primavera. Con la llegada del verano meteorológico, el promedio de los niveles de los embalses ha empezado a disminuir tras alcanzar su punto máximo, y se espera que continúe asà hasta que lleguen las lluvias de otoño. Aunque las precipitaciones recientes en el norte de la PenÃnsula podrÃan atenuar este descenso, las previsiones meteorológicas confirman la presencia del verano.
Las proyecciones a corto plazo sugieren el retorno de condiciones anticiclónicas y calor, con la amenaza de superar los 40º Celsius nuevamente. A medio plazo, las predicciones también coinciden en que el verano está completamente instalado.
La Agencia Estatal de MeteorologÃa (AEMET) anticipa que las próximas tres semanas serán algo más secas de lo normal para esta época, además de esperarse temperaturas ligeramente más altas. Se prevén elevaciones térmicas que podrÃan sobrepasar los 3º en algunas regiones durante las primeras semanas, con anomalÃas térmicas positivas en casi todo el paÃs.
Un verano impredecible. Si las previsiones se cumplen, junio será un mes algo seco, pero significativamente más cálido de lo habitual. Más allá de esto, cualquier predicción resulta especulativa.
El verano de 2024 fue particularmente cálido y húmedo en la mayor parte del paÃs, con temperaturas 1º Celsius por encima de lo habitual en la España peninsular y precipitaciones un 17% superiores a la norma. Fue el sexto verano más húmedo y cálido del siglo XXI, y también el sexto más cálido de la serie histórica. Solo el tiempo dirá si 2025 se alinea con estos patrones y cómo afectará a los embalses de la penÃnsula Ibérica.
Imagen | DRONEPILOTSPAINNIETO Nieto granado
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