El E-4B Nightwatch, conocido popularmente como el «avión del juicio final», juega un papel vital dentro del Sistema de Comando Militar Nacional de Estados Unidos. Esta aeronave es una versión modificada del Boeing 747-200, similar a la utilizada por el presidente, equipada con salas de reuniones y avanzados sistemas de comunicaciones. Estas características son esenciales para ejecutar órdenes de emergencia y coordinar las fuerzas armadas si los centros de comando y control terrestre se vuelven inoperativos.
Además, el secretario de Defensa frecuentemente utiliza este avión para sus desplazamientos internacionales, asegurando conectividad y capacidad de mando conforme a la organización de las fuerzas armadas. Pero, ¿qué ocurre si el E-4B no está disponible? Existe un plan alternativo para esas situaciones.
El C-17: El Recurso cuando el E-4B no está Operativo
Los E-4B pueden estar fuera de servicio por diversas razones: mantenimiento rutinario, problemas técnicos o despliegues de crisis. Incluso si uno de los cuatro aviones de la flota está disponible, las autoridades podrían optar por no utilizarlo por razones estratégicas. En tales casos, los pasajeros de muy alta importancia, o VVIP en inglés, pueden viajar en un C-17 Globemaster III.
Un E-4B Nightwatch (arriba), un C-17 Globemaster III (abajo)
Estamos hablando de un gigante con cuatro motores, un diseño original de McDonnell Douglas que ahora forma parte de Boeing. Aunque robusto, su interior no está preparado para recibir a los VVIP. El compartimiento de carga no ofrece conectividad ni estaciones de trabajo. Para subsanar esto, se hace uso de la Bala de Plata, una cápsula que transforma al C-17 en un medio idóneo para altos cargos.
Personal militar instala una Bala de Plata en un C-17 Globemaster III
Cuando se implementa esta alternativa, el Comando de Movilidad Aérea y el 89º Grupo de Mantenimiento se encargan de instalar una Bala de Plata dentro de un C-17. Este procedimiento incluye el traslado de la cápsula mediante un remolque, su aseguramiento en el compartimento del avión y la conexión de un intrincado sistema de cables umbilicales para asegurar una comunicación segura.
Jens Stoltenberg en una Bala de Plata (izquierda), Pete Hegseth dentro de otra (derecha)
A lo largo del tiempo, diversas imágenes han permitido vislumbrar el interior de esta cápsula ultrasegura. En 2017, Jens Stoltenberg, entonces secretario general de la OTAN, compartió una foto de una reunión dentro de la Bala de Plata. Más recientemente, el secretario de Defensa Pete Hegseth apareció en un vídeo publicado en X desde su interior.
El espacio, aunque limitado, es funcional: cuenta con paneles de madera, asientos de cuero marrón, teléfonos y ordenadores seguros, un baño e incluso un microondas. Sin embargo, su tiempo está contado. La Fuerza Aérea prevé actualizar estas cápsulas, diseñadas hace décadas, por versiones más modernas que ofrezcan mejor conectividad, mayor cantidad de tomas de corriente, dormitorios y salas de conferencias con capacidad para hasta nueve personas.
Imágenes | U.S. Air Force Photo/Tech. Sgt. Robert Cloys (1, 2, 3) Dominio público | Jens Stoltenberg | Wikimedia Commons
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