Londres se prepara para albergar dos rascacielos que competirán por el título de ser el edificio más alto de Europa Occidental. En el distrito de Southwark se encuentra el ya conocido The Shard. Este rascacielos, que alcanza los 309,6 metros de altura, impacta con su diseño piramidal y sus paredes de cristal, una creación del arquitecto Renzo Piano que capta la atención desde cualquier ángulo.
Ahora, en la zona de Square Mile, se levantará el 1 Undershaft, una estructura que igualará en altura a The Shard con sus 309,6 metros. Este proyecto ha ganado la aprobación de la Corporación de la City de Londres, que ve en él una oportunidad para adaptarse mejor a las nuevas demandas de oficinas en el contexto post-pandemia.
Oficinas de vanguardia en el corazón de la ciudad
La idea inicial de este proyecto tiene más de diez años, y aunque recibió luz verde de las autoridades en 2016, nunca se concretó. Ahora, con una propuesta revisada, el camino parece más claro. El edificio se ubicará entre los emblemáticos rascacielos “The Gherkin” y “The Leadenhall”, en una zona densamente poblada de construcciones. La solución: demoler la actual torre “St Helen’s” para abrir espacio.
Una vez concluido, 1 Undershaft ofrecerá 154.156 metros cuadrados dedicados a oficinas, un recurso que las autoridades y desarrolladores consideran vital. Además, incluirá un área pública de 1.000 metros cuadrados de acceso libre. En las imágenes de diseño, se aprecia un jardín de 2.500 metros cuadrados situado a 42 metros sobre el suelo y rodeado de vidrio.
The Shard (izquierda), render de 1 Undershaft (derecha)
render de 1 Undershaft
La intención es que este espacio no se limite solo a los trabajadores de las oficinas, sino que esté abierto al público. Los visitantes podrán disfrutar de espectaculares vistas y servicios de restauración. La planta baja contará con una zona verde, un área de acceso sin barreras arquitectónicas y una pantalla gigante para acontecimientos especiales.
Las obras de demolición están programadas para comenzar este año. Posteriormente, se iniciará la construcción del nuevo edificio, un proceso que podría extenderse alrededor de cinco años. Si todo se desarrolla según lo planeado, hacia finales de la década, Londres contará con dos colosos arquitectónicos de igual altura, situados en distritos distintos, pero unidos por el London Bridge. Solo el tiempo dirá si este ambicioso proyecto logra materializarse sin contratiempos.
Imágenes | DBOX
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