La República Democrática del Congo enfrenta una nueva crisis sanitaria debido a una enigmática enfermedad respiratoria infecciosa que ha cobrado decenas de vidas en el país africano.
Al menos 71 víctimas mortales. Esta enfermedad sin identificar se ha propagado por la provincia de Kwango, en el suroeste del Congo. Todo apunta a que es una infección respiratoria, y el número de muertes asciende a 71, con 392 casos confirmados. Sin embargo, las cifras, especialmente la de infecciones, podrían ser mayores; algunas fuentes indican que los fallecimientos podrían haber superado los 140.
«Estamos en alerta máxima, lo que significa que consideramos esta situación como una epidemia que debemos monitorear muy de cerca», declaró el ministro de Salud Pública, Samuel Roger Kamba Mulamba, según informes de EFE.
Lo que conocemos sobre la enfermedad. Hasta ahora, se sabe poco sobre esta posible nueva dolencia. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, tos, fiebre, dificultad para respirar y anemia, aunque este último podría ser resultado de la desnutrición en la zona más que de la enfermedad misma.
La enfermedad parece afectar principalmente a los más jóvenes. Mulamba señaló que cerca del 40% de los casos se presentan en niños menores de cinco años, aunque es difícil discernir si esto se debe a la enfermedad en sí o a las condiciones locales.
Los primeros casos fueron identificados a finales del mes de octubre.
Presencia de la OMS. Para colaborar en la identificación de esta misteriosa enfermedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el envío de un equipo de especialistas para trabajar in situ junto a las autoridades locales y el personal de su agencia.
El equipo en camino, según la OMS, incluye epidemiólogos, profesionales de la salud clínica, técnicos de laboratorio y expertos en control de infecciones. Además de medicinas esenciales, llevarán equipos para recolectar muestras y realizar diagnósticos, con el fin de determinar la naturaleza de esta enfermedad.
«Nuestra prioridad es brindar apoyo efectivo a las familias y comunidades afectadas. Todos nuestros esfuerzos están orientados a identificar la causa de la enfermedad, comprender sus modos de transmisión y asegurar una respuesta adecuada lo más rápido posible», comentó en un comunicado Matshidiso Moeti, Directora Regional para África de la OMS.
Condiciones adversas. Un desafío para el equipo es la ubicación remota del área afectada. El brote ocurre en Panzi, una región rural con limitados recursos, donde la falta de acceso a tratamientos adecuados podría haber contribuido al elevado número de fallecimientos.
En espera de resultados. Se aguarda que pronto se revelen los resultados de las pruebas realizadas en las muestras recolectadas. Estos resultados iniciales nos podrían ayudar a discernir si se trata de una enfermedad viral o bacteriana, un aspecto crucial aún por determinar.
Especulaciones. Hasta la llegada de estos resultados, solo podemos basarnos en las teorías de los expertos. Algunos sugieren la posibilidad de que sea una enfermedad ya conocida y no una «enfermedad X», es decir, una aún por catalogar.
Las hipótesis de la OMS incluyen el virus de la gripe, el coronavirus causante del Covid, así como patógenos responsables de la malaria y el sarampión. El brote, con rasgos desconocidos, podría deberse a nuevas variantes o a las condiciones de la región, donde síntomas como la anemia y la alta mortalidad podrían ser consecuencia del aislamiento y la pobreza, y no necesariamente de una nueva enfermedad.
«Informes de brotes mortales aparecen varias veces al año en diferentes partes del mundo. Casi todos resultan ser infecciones conocidas con consecuencias globales limitadas», explicó al Science Media Center Paul Hunter, profesor de medicina de la Universidad de East Anglia, quien también menciona la bacteria Mycoplasma pneumoniae como un posible responsable de un brote como el que estamos observando.
Imagen | EMMANRMS, CC BY-SA 4.0
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