La Asamblea Nacional no fue el único lugar en Seúl que experimentó una intensa actividad anoche. Mientras el edificio principal se convertÃa en el epicentro de manifestaciones y despliegues militares debido a la ley marcial decretada por el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, las tiendas de conveniencia enfrentaban su propio tumulto. La imposición de esta medida extraordinaria provocó un fenómeno que se habÃa vuelto familiar durante la pandemia: las compras de pánico.
Pese a que la ley marcial solo estuvo activa durante seis horas, es probable que muchas tiendas aún sientan sus efectos.
Una fugaz ley marcial. En un continente asiático caracterizado por gobiernos autoritarios y tensiones polÃticas, Corea del Sur ha sido un sÃmbolo de democracia sólida y aliado cercano de EEUU. Sin embargo, la abrupta decisión de su presidente de imponer la ley marcial, sorprendió tanto dentro como fuera del paÃs.
El presidente Yoon justificó su acción con un discurso agresivo, criticando a la oposición y señalando una supuesta amenaza de «fuerzas antiestatales pro-norcoreanas». Sin embargo, su jugada no salió como esperaba. Enfrentó protestas en las calles, división dentro de su partido y una fuerte oposición legislativa, lo que llevó a una rápida revocación de la medida.
Compras de pánico. La inesperada declaración de la ley marcial a las 22:25 h, hora local, y la posterior revocación a las 4:27 h, desató una respuesta inmediata entre los surcoreanos: realizar compras masivas. Muchas personas acudieron a tiendas y plataformas online para abastecerse, temiendo que su capacidad de comprar vÃveres se viera comprometida si la crisis se prolongaba.
Las tiendas y el comercio electrónico. Según el diario The Korea Times, el anuncio presidencial no solo movilizó a la oposición, también impulsó a muchos ciudadanos a las tiendas 24 horas y plataformas online para llenar sus despensas. La incertidumbre sobre la duración y consecuencias de la medida impulsó a las familias a comprar productos básicos y de primera necesidad.
El objetivo era claro: asegurarse de tener suficientes provisiones. The Korea Times relata cómo en pocas horas las plataformas online experimentaron un aumento de tráfico, lo que provocó problemas logÃsticos y aglomeraciones virtuales. Las «compras de pánico» comenzaron poco después de la declaración presidencial y se extendieron rápidamente.
EstadÃsticas elocuentes. El diario surcoreano compartió el caso de un minorista que refleja el impacto de estas compras en el sector: las ventas de alimentos enlatados subieron un 75,9%, las de arroz para microondas un 38,2%, el agua embotellada un 37,4%, los fideos instantáneos un 28,1%, y las baterÃas un 25,7%.
Incremento en ventas de productos básicos. Otros operadores con tiendas en zonas residenciales notaron un comportamiento similar: las ventas de agua potable subieron un 23,1%, la de fideos instantáneos un 16,4%, la de alimentos enlatados un 15,5%, y la de arroz para microondas un 14,8%. Los artÃculos de primeros auxilios también vieron un notable aumento.
La cadena de tiendas, con 4.000 establecimientos, notó una demanda intensa especialmente en áreas residenciales y entre personas de 50 a 60 años. «Los alimentos enlatados se vendieron rápidamente por su larga vida útil», explicaron fuentes del sector.
Impacto en la web. El anuncio de Yoon también incentivó a muchos a buscar productos en lÃnea. Las palabras clave como «agua potable» escalaron posiciones en las búsquedas de Naver, mientras que en Homeplus se buscaron términos como «leche», «arroz» y «fideos instantáneos». Incluso sitios web de ropa registraron un incremento en búsquedas de alimentos. Las redes sociales fueron el escaparate de esta fiebre de compras.
¿Un fenómeno nuevo? No, no lo es. Aunque hacÃa décadas que Corea del Sur no enfrentaba una ley marcial, este comportamiento de compras masivas no es nuevo. Durante los primeros momentos de la pandemia y recientemente en Japón, cuando surgió la amenaza de un megaterremoto, se observaron comportamientos similares. La meta común es siempre estar preparado ante una posible escasez.
Imágenes | Luke Hoagland (Flickr) y Maxim Makarov (Unsplash)
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