La generación Z es la primera en crecer en un entorno completamente digital desde la primaria, lo que les ha dado destrezas notables en redes sociales, pero ha dejado de lado una habilidad que los humanos han cultivado durante milenios: la escritura a mano.
Esta tendencia preocupa tanto a expertos como a educadores, quienes observan cómo el uso excesivo de dispositivos electrónicos afecta la comunicación escrita de los jóvenes, con implicaciones significativas en su aprendizaje.
Más tecnologÃa, menos papel. Con el auge de los teclados y pantallas táctiles, el papel y la escritura manual han quedado en segundo plano. Esta tendencia, observada globalmente, no solo afecta la caligrafÃa de la generación Z, sino también su capacidad para expresarse de manera clara y estructurada por escrito.
En una entrevista del diario Türkiye Today, la profesora Nedret Kiliçeri de la Universidad de Estambul, comentó: «La escritura de los estudiantes es a menudo ilegible, con letras desiguales y confusiones como entre la D y la B», indicando una pérdida de habilidades espaciales que tradicionalmente aporta la escritura en papel.
La digitalización como pretexto. Un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y TecnologÃa, publicado en Frontiers in Psychology, resalta la importancia de la escritura a mano en los procesos cognitivos del aprendizaje. Los participantes usaron tanto lápices digitales como teclados para escribir, revelando diferencias sustanciales.
Los resultados mostraron mayor actividad cerebral en áreas relacionadas con el aprendizaje, la memoria y la codificación de información al escribir a mano, incluso usando un lápiz digital en una pantalla. La estructuración de la información y la coordinación motora son esenciales para un aprendizaje efectivo, demostrando que el teclado es menos eficiente en este sentido.
La escritura manual y la memoria. La profesora Audrey Van der Meer afirmó que los movimientos precisos necesarios para escribir a mano contribuyen significativamente a la conectividad cerebral, favoreciendo el aprendizaje. En 2020, ahondó en la influencia de la escritura manual en el análisis y aprendizaje en niños de 12 años.
Van der Meer concluyó que aunque la escritura a mano activa más áreas cerebrales relacionadas con el aprendizaje que la utilizada con un teclado, no implica necesariamente un aprendizaje más rápido o superior ni mayor inteligencia en los niños.
«Está comprobado que los estudiantes comprenden y retienen mejor la información al tomar notas a mano. No obstante, usar un ordenador con teclado es más productivo para redactar textos extensos», comentó Van der Meer a Sciencenorway.
Exámenes tipo test: menos escritura. La estudiante Arda Kahrama comentó que sus evaluaciones han sido, en gran parte, tipo test, reduciendo la práctica de la escritura y afectando su desarrollo comunicativo.
«Desde la primaria, hemos resuelto exámenes tipo test. Rara vez escribÃamos ensayos. Las redes sociales han creado un lenguaje propio con abreviaturas y emojis. La escritura como la conocÃamos está desapareciendo».
Un nuevo paradigma comunicativo. Según la profesora Kiliçeri, «los estudiantes evitan oraciones complejas, creyendo que varias frases cortas constituyen un párrafo, influenciados por la comunicación breve de las redes sociales».
Investigadores sugieren que la generación Z no es menos inteligente por la falta de práctica manuscrita. El problema es que el cambio en la dinámica de escritura y el uso de redes ha alterado su manera de comunicarse.
Como comentó la profesora Kiliçeri, este cambio dificulta que los jóvenes redacten correos o textos académicos de calidad. «Prefieren usar el mÃnimo de palabras para información básica, resumir en pocas palabras y aprovechar la rapidez del teclado».
Imagen | Unsplash (Unseen Studio)
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