Actualmente, la gran incógnita meteorológica en España gira en torno al puente de mayo. ¿Subirán las temperaturas? ¿Bajarán? ¿Habrá precipitaciones? ¿Lucirá el sol? La noticia positiva es que contamos con modelos meteorológicos activos, aunque, desafortunadamente, en esta ocasión no son de gran utilidad.
Según AEMET, las probabilidades de lluvia en los primeros dÃas de mayo han sido exactamente las mismas que las de tener cielos despejados y calor. Es un empate total.
Aunque eso no es lo más complicado.
Una cuestión de tiempo. La incertidumbre atmosférica es algo que debemos aceptar. «Asà es la atmósfera», afirma Roberto Granda con razón. Aunque incómodo, es solo cuestión de tiempo. De hecho, ya comienzan a surgir predicciones que inclinan la balanza hacia la lluvia. En pocos dÃas, el panorama será más claro.
Las previsiones sugieren un mes más lluvioso de lo habitual. Aunque al finalizar el mes las predicciones tienden a bajar la cantidad de precipitaciones, el Centro Europeo prevé más lluvias de lo normal para gran parte de la penÃnsula durante el mes.
Si estas previsiones se cumplen, encadenarÃamos tres meses con lluvias notablemente anómalas, especialmente en comparación con las primaveras de años recientes. Pero, ¿qué implica esto realmente?
¿Se ha superado finalmente la sequÃa? Si la gran cuestión meteorológica es el puente de mayo, la climática es la sequÃa. A pesar de las áreas crÃticas, actualmente las reservas de agua están al 75,56%, un 10% por encima del promedio histórico de la última década. Si 2024 ya atacó la sequÃa, 2025 parece decidido a eliminarla.
Hasta ahora, venÃamos de años en los que la primavera era sumamente seca, cálida y estable, lo que derivaba en veranos más largos y una carrera contrarreloj frente al «dÃa cero»: el momento en que nos quedarÃamos sin agua.
Las lluvias recientes han transformado por completo el panorama. Las autoridades están levantando las restricciones contra la sequÃa y se preparan para realizar trasvases equivalentes al doble del consumo anual de toda una comunidad autónoma.
No obstante, en gran parte del paÃs, esta ha sido la sequÃa más prolongada de la historia moderna. Las consecuencias van más allá de la recuperación de los embalses; la deforestación ha arrasado el sur de España en los últimos años.
El fin de este largo periodo de sequÃa, iniciado en 2013, es una noticia alentadora. Sin embargo, más que nada, es un momento crucial para replantearnos nuestras acciones frente a la amenaza del cambio climático. Esa es la tercera gran pregunta: ¿lograremos hacerlo?
Imagen | ECMWF
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