La industria del diamante y el impacto de las joyas de laboratorio en sus precios

Los diamantes han sido históricamente el emblema del lujo. Se exhiben en las vitrinas de las ciudades más glamurosas del mundo y adornan los atuendos de celebridades y deportistas. Sin embargo, actualmente, la industria atraviesa una etapa difícil en términos de cotización. Diversos factores, tanto internos como externos, han provocado una caída significativa en el valor de estas preciadas piedras, alcanzando niveles no vistos en décadas, según analistas del sector.

Entonces, ¿qué depara el futuro para esta industria?

Descenso en los precios. Independientemente de la fuente, todas coinciden en que el mercado de diamantes enfrenta dificultades. Una joya que antes representaba el pináculo del lujo ha experimentado un pronunciado descenso en su valor desde los picos alcanzados entre 2021 y 2022, período en el que el mercado estadounidense observó una «demanda excepcional», impulsada por parejas que habían pospuesto eventos importantes debido al Covid-19.

Recientemente, Barchart, una plataforma especializada en datos financieros, publicó un gráfico que ilustra la caída constante en el valor de las piedras preciosas desde 2022. Según su análisis, los precios han alcanzado lo que describen como «su nivel más bajo del siglo». Indicadores como el índice de precios de Paul Zimnisky para diamantes en bruto también muestran un notable descenso post-pandemia, aunque aún no han alcanzado mínimos históricos. Otros gráficos de DiamondSE o PrinceScope reflejan valores similares, los más bajos desde al menos 2008.

¿Qué revelan las estadísticas? En lo que a cotizaciones se refiere, la industria ha conocido mejores días. En febrero, Bloomberg estimó que, en tan solo dos años, los precios de los diamantes en bruto se redujeron casi un 50% y los de las piedras pulidas un 35%. En la misma línea, The Guardian informó que los precios de los diamantes naturales en tiendas eran un 26% más bajos respecto a dos años atrás, un declive considerable pero menor comparado al de los diamantes de laboratorio desde 2020.

Según Tenoris, que monitorea precios en más de 2.000 tiendas en EE.UU., a finales del año pasado el precio medio de un diamante natural de un quilate era de 4.997 dólares, comparado con más de 6.800 libras en mayo de 2022. Para los diamantes sintéticos, los precios cayeron de 3.410 dólares en enero de 2020 a 892 a fines de 2024. PriceScope y DiamondSE confirman estas caídas.

Factores en juego. La pregunta clave es, ¿por qué están bajando tanto los precios? No hay una sola respuesta, sino una combinación de factores que han afectado al mercado. Los analistas mencionan un cambio de demanda después de la crisis sanitaria, un descenso en las bodas, especialmente en EE.UU., y el impacto de la guerra en Ucrania como causas del fenómeno.

El mercado chino, vital para la industria, también ha contribuido al descenso. Bloomberg estimó que su demanda se redujo en un 50% desde la pandemia. Además, expertos destacan que, en promedio, los minoristas chinos están devolviendo al mercado mayorista de la India entre 30 y 40 millones de dólares mensuales en excedentes de diamantes pulidos, en medio de un contexto económico complicado para China.

Diamantes naturales vs. sintéticos. Además de los factores mencionados, uno de los cambios más significativos que han sacudido el mercado es la introducción de los diamantes sintéticos, creados en laboratorio, que han redefinido el sector. Estos diamantes, a diferencia de las gemas naturales que se forman durante millones de años, se producen en cuestión de semanas o incluso horas.

Aunque estos diamantes sintéticos no son exactamente nuevos, pues existen desde los años 50, han ganado impulso recientemente debido a su origen más rastreable, lo que los hace parecer «más éticos», especialmente para los millennials. A esto se suma su apariencia y su precio competitivo, que es hasta un 70% inferior al de las piedras naturales.

«Son piedras mucho más grandes», menciona un joyero a The Guardian. «En los diamantes de laboratorio, los tres quilates son comunes, incluso cuatro o cinco». Su atractivo ha captado la atención de marcas de lujo, aunque no todos están convencidos. «Son sintéticos, un producto masivo sin historia. El precio seguirá cayendo», argumenta otro joyero.

Creciente presencia en el mercado. En 2023, Cinco Días publicó un gráfico, basado en datos de Tenoris y ventas de 1.300 minoristas, que muestra el creciente protagonismo de los diamantes de laboratorio en los anillos de compromiso en EE.UU. Si en 2021 representaban el 3,5%, en el verano de 2023 ya alcanzaba el 18%. En febrero, The Guardian reportó que estos diamantes representaban el 45% del mercado de joyería nupcial.

No obstante, este auge ha venido acompañado de otra palabra repetida por los analistas: sobreproducción. En marzo, el analista Paul Zimnisky señaló a The New York Times que grandes productores en China e India están incrementando la producción, abaratando el costo unitario. Sus estimaciones indican que entre 2015 y 2025, los precios de los diamantes cultivados han disminuido un 85%.

Precios accesibles. «Hoy, es posible adquirir un elegante diamante de laboratorio de un quilate por 900 dólares. Su contraparte natural costaría alrededor de 5.000 dólares. Un sintético de tres quilates rondaría los 4.000 dólares, mientras que el natural costaría entre 50.000 y 60.000 dólares», explica Zimnisky. La irrupción de las piedras sintéticas y otros factores han tenido tal impacto que incluso compañías de renombre en la industria se han visto afectadas.

De Beers, gigante del sector, inició 2024 con un inventario de diamantes valuado en 2.000 millones de dólares sin vender, lo que obligó a reducir significativamente la producción de sus minas. Otros afectados incluyen fábricas en India, algunas de las cuales han cerrado o están en venta. «No hay una solución clara por ahora», concluye un analista de RBC Capital Markets. «El mercado necesita ajustar su rumbo».

Imágenes | Dillon Wanner (Unsplash)