El desarrollo del cohete SLS ha representado una inversión anual de 3.000 millones de dólares por parte de la NASA, y cada lanzamiento implicará un gasto adicional de 2.000 millones. Este cohete, fabricado por Boeing, ha sido frecuentemente calificado como una alternativa costosa y obsoleta en comparación con la Starship de SpaceX o el New Glenn de Blue Origin. Sin embargo, dado que estos últimos no están listos para misiones lunares, la cancelación del SLS no era algo que Boeing esperaba… hasta ahora.
Una reunión de seis minutos. Boeing emplea a aproximadamente 800 personas para trabajar en el cohete lunar SLS. David Dutcher, director del programa, les reunió el viernes pasado para informarles que los contratos podrÃan finalizar en marzo debido a cambios en la administración de la NASA. La empresa está preparándose para posibles despidos si los contratos no se renuevan, explicó.
Según Ars Technica, la reunión se organizó con menos de una hora de antelación y tuvo una duración de seis minutos. Dutcher habÃa preparado sus declaraciones, mantuvo un tono frÃo y no permitió preguntas, según comentó una fuente anónima.
Contexto. El Space Launch System (SLS) es el cohete de la NASA diseñado para retornar a la Luna. También es uno de los componentes más debatidos del programa lunar Artemis. El desarrollo del SLS, liderado por Boeing, comenzó en 2011 utilizando tecnologÃas y componentes de programas anteriores, como el del transbordador espacial.
Aunque esta estrategia permitió reutilizar infraestructuras y conocimientos previos, también resultó en una serie de complejidades para integrar sistemas modernos con hardware ya probado, lo que a su vez ha generado múltiples retrasos y sobrecostes.
De un rumor a una posibilidad real. Ante la falta de una alternativa inmediata al SLS, los rumores de su cancelación no se convirtieron en una posibilidad tangible hasta que Donald Trump fue reelegido presidente y el joven empresario Jared Isaacman, quien ha viajado al espacio dos veces con SpaceX, fue propuesto para liderar la NASA.
Fue bajo la primera Administración Trump que se creó el programa lunar Artemis en 2017, pero con la influencia de Elon Musk, la segunda Administración Trump planea enfocar sus esfuerzos en reducir hasta un 30% el gasto público de la NASA y avanzar hacia la colonización de Marte (si es que ambas metas pueden coexistir).
Boeing se prepara para lo peor. Es importante aclarar que el Congreso de Estados Unidos aún no ha tomado ninguna decisión respecto al presupuesto de la NASA o una posible reestructuración de las misiones Artemis, y mucho menos existe un plan concreto para llegar a Marte (originalmente, la NASA pretendÃa establecer primero una base en la Luna antes de aventurarse al planeta rojo).
No obstante, Boeing se está anticipando al peor escenario después de que la Casa Blanca presentara una propuesta presupuestaria con ajustes para el año fiscal 2026. La ley requiere que la empresa avise a sus empleados con 60 dÃas de antelación en caso de despidos masivos o cierre de plantas, por lo que la reunión con el equipo del programa SLS fue convocada de manera precipitada.
El comunicado oficial de Boeing. Lejos de disimular sus expectativas, Boeing envió un comunicado a los medios confirmando la posibilidad de despedir a 400 empleados en abril de 2025 para «alinearnos con revisiones del programa Artemis y expectativas de presupuestos».
«Estamos trabajando con nuestro cliente y buscando oportunidades para redistribuir a los empleados en toda nuestra empresa para minimizar las pérdidas de puestos de trabajo y retener a nuestros talentosos compañeros de equipo», añade el comunicado.
Imagen | NASA’s Space Launch System
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