La exploración de exoplanetas ha dado lugar a descubrimientos sorprendentes, y los astrónomos de la Agencia Espacial Europea han añadido una nueva y fascinante categorÃa a la lista de estos mundos peculiares.
Los planetas kamikaze. Con la ayuda del telescopio espacial Cheops, el primer observatorio de exoplanetas de Europa, los investigadores de la ESA han detectado, por primera vez, un planeta que provoca erupciones en su propia estrella. Esta peligrosa costumbre acabará siendo su perdición.
Estos «planetas kamikaze» representan en realidad un fenómeno de autodestrucción cósmica, teorizado desde los años noventa, que hasta ahora no habÃa sido observado directamente. Lo que los astrónomos han registrado es enormemente más energético de lo esperado.
Un vecindario conflictivo. La historia tiene lugar en el sistema solar HIP 67522, a unos 490 años luz de la Tierra. Su estrella, ligeramente más grande y más frÃa que nuestro Sol, tiene una edad muy distinta: mientras nuestro astro supera los 4.500 millones de años, HIP 67522 es un joven de apenas 17 millones de años.
Rebosante de energÃa, esta estrella enérgica posee un núcleo muy activo que la convierte en un potente imán cósmico. Orbitan a su alrededor dos planetas, y el más cercano, HIP 67522 b, completa su órbita en tan solo siete dÃas.
El planeta que juega con fuego. Los descubrimientos de exoplanetas siempre han despertado la curiosidad de los astrónomos sobre la cercanÃa de estos mundos a sus estrellas y su posible capacidad para interferir con sus campos magnéticos. Gracias a las observaciones del telescopio espacial Cheops, se ha demostrado que HIP 67522 b está tan cerca de su estrella que influye en su campo magnético.
El planeta actúa como un látigo: la energÃa se acumula en forma de ondas a lo largo de las lÃneas del campo magnético de la estrella y, al chocar contra su superficie, provocan grandes llamaradas solares, más intensas de lo anticipado y devastadoras para el planeta.
Registros de hasta 15 latigazos. El telescopio Cheops ha registrado un total de 15 llamaradas, casi todas sucediendo mientras el planeta transitaba frente a la estrella desde nuestro punto de vista. Esta sincronización corrobora que es el planeta el responsable de estas erupciones.
La parte triste de esta narrativa es que el planeta está dirigiendo estas violentas explosiones hacia sà mismo. HIP 67522 b está siendo castigado con seis veces más radiación de la que recibirÃa si permaneciera inmóvil. El planeta se está contrayendo. Los cientÃficos estiman que, en los próximos 100 millones de años, podrÃa reducirse de un gigante gaseoso del tamaño de Júpiter a un planeta del tamaño de Neptuno. Es un suicidio cósmico en cámara lenta.
Imagen | ESA
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