Si Europa no reconsidera su camino, los vehÃculos de combustión interna podrÃan desaparecer para el año 2035. Aunque parece un horizonte lejano, alcanzar los objetivos propuestos será desafiante si el desarrollo del coche eléctrico sigue su curso actual. El 30 de enero marcará el inicio de una serie de reuniones con las empresas automovilÃsticas.
¿Cuál es la finalidad? Examinar la situación actual y explorar vÃas para cumplir con los exigentes estándares de emisiones establecidos por la normativa europea.
Una solicitud directa a Europa. En una carta abierta de ACEA, su presidente, Ola Källenius, destaca algunas de las inquietudes de los fabricantes para cumplir con estos objetivos. El primer punto es que esta transición no se lleve a cabo mediante sanciones costosas, sino de manera «realista».
Sostiene que los costes asociados a la transición hacia las emisiones de CO2 requeridas por Euro6 son desmedidos para la industria. A medida que las normativas se endurezcan, los precios de los automóviles continuarán subiendo, lo que conducirá a una disminución en las ventas.
«El Pacto Verde Europeo requiere una revisión de la realidad y un reajuste para hacerlo menos rÃgido, más adaptable y para convertir la descarbonización de la industria automotriz en un modelo comercial verde y rentable. La industria automotriz de la UE sigue comprometida con el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050, asà como con la transición hacia el transporte y la movilidad de cero emisiones».
La conclusión es evidente: los fabricantes están dispuestos a electrificarse completamente y reducir emisiones, pero piden más tiempo y sin enfrentar sanciones excesivas.
El mercado del eléctrico no alcanza los niveles esperados. Según ACEA, las cifras recientes muestran una caÃda de casi el 6% en las nuevas matriculaciones de automóviles eléctricos en 2024. Su participación en el mercado ha disminuido un 1%, lo que hace casi imposible alcanzar los objetivos de CO2 para los próximos años.
Incluso Tesla vendió menos en 2024 que en 2023; en Alemania, la disminución total en vehÃculos eléctricos es del 69% tras la eliminación de ayudas, y grupos como Stellantis están buscando formas de reducir los costes a toda costa.
Una discusión que definirá el rumbo de la industria. La electrificación total de la industria automotriz es un destino inevitable. Sin embargo, los tiempos para llegar allà serán fundamentales en el costo final de los vehÃculos en los próximos años.
Europa está dispuesta a debatir y, aunque la adopción del vehÃculo eléctrico es innegociable, podrÃan modificarse las restricciones a los motores de combustión, los lÃmites de emisiones y los planes de ayuda para cambiar la situación actual.
Imagen | Stellantis
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