En el pasado, volar era sinónimo de lujo, pero hoy en día, la experiencia se asemeja a viajar en una lata con alas. Aunque volar es seguro, para algunos pasajeros ansiosos, la idea de llevar un paracaídas propio puede parecer tentadora.
La respuesta corta es que sí, puedes llevarlo. Sin embargo, la larga es que puedes, pero con numerosas restricciones, y nunca será parte del equipamiento estándar de seguridad a bordo.
No es realista. Al profundizar en el tema, se observa que los aviones comerciales no necesitan paracaídas debido a su seguridad inherente. Además, hay razones lógicas por las cuales ni siquiera la tripulación lleva uno, a pesar de lo que muestran algunas películas.
En primer lugar, la altitud a la que vuelan los aviones comerciales es extremadamente alta. Saltar desde aproximadamente 10 kilómetros de altura es peligroso, con o sin máscara de oxígeno, debido a las bajas temperaturas y otros factores como la velocidad y la presión, que hacen del salto una maniobra arriesgada y peligrosa.
Mala idea. Para ilustrar, un avión comercial suele volar a altitudes entre 10,000 y 12,000 metros y a velocidades de 800 a 950 km/h. En cambio, un salto en paracaídas se realiza típicamente desde 3,000 a 4,000 metros de altitud y a 200 km/h. La diferencia es significativa cuando se considera un posible salto desde un avión comercial.
En caso de intentar saltar desde un avión comercial, el peligro de ser absorbido por los motores o desequilibrarse por la aerodinámica es alto, haciendo improbable un aterrizaje seguro.
No deja de ser una mochila
A facturar. Aunque los aviones comerciales no los proporcionan, es posible llevar un paracaídas, que cuenta como una pieza de equipaje. Sin embargo, llevar un paracaídas podría limitar la capacidad de llevar otras piezas de equipaje.
Y con restricciones. No basta con llevar el paracaídas; debe ser embalado adecuadamente, y la bolsa no puede contener ropa ni artículos personales. Los elementos de seguridad, como botes de humo o cilindros de gas, también están restringidos.
Las aerolíneas permiten esta clase de equipaje, pero siempre y cuando se cumplan las normativas establecidas:
“Las bolsas y estuches de equipos deportivos no deben contener ropa u otros artículos personales. Solo deben usarse para transportar equipos deportivos. Todo el equipo debe estar embalado de manera segura en un contenedor especial para equipo de paracaidismo o en una bolsa resistente, o hecha de lona, para artículos deportivos.”
Ve con la lección aprendida. Aunque permitido, es posible que debas explicar tu equipaje si lleva un paracaídas. Por ello, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Empaqueta el paracaídas por separado para facilitar su inspección.
- Lleva contigo una copia de las regulaciones para informar al personal del aeropuerto que no esté familiarizado.
- Llega con tiempo extra al aeropuerto, ya que es probable que el equipo llame la atención.
Explicar un paracaídas puede ser tan complicado como justificar los carretes para una cámara analógica en un escáner, así que es mejor pecar de precavido. Según la TSA, “la decisión final sobre si se permite un artículo a través del puesto de control corresponde al oficial de la TSA.”
Imágenes | Adam Reeder, Hunini,
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