Recientemente, la Universidad de Salamanca ha informado sobre el hallazgo de un documento notable en los archivos de la Casa Museo de Unamuno. Este documento es un telegrama enviado por el renombrado físico alemán, Albert Einstein, junto con otros “amigos alemanes”, dirigido al famoso pensador y escritor español, Miguel de Unamuno. Sin embargo, este no fue el único gesto de Einstein en su apoyo a los intelectuales de su tiempo.
El telegrama, dirigido al autor nacido en Bilbao, fue escrito en alemán y fechado alrededor de 1930. En él, se expresa solidaridad hacia Unamuno debido al exilio que le fue impuesto por el régimen de Miguel Primo de Rivera, motivado por su postura crítica hacia el mismo, llegando a llamar al dictador “ganso real”.
Este conflicto también dio lugar a una de las frases más célebres de Unamuno, «me duele tanto España». Como resultado, el pensador fue exiliado, primero en la isla de Fuerteventura y posteriormente en la ciudad de Hendaya, tras una estancia en París.
La carta de apoyo felicita a Unamuno por su regreso del exilio, descrito como “soportado con noble orgullo”. Los remitentes celebran su regreso, refiriéndose a Unamuno como un “valiente luchador, gran poeta y filósofo”, según ha explicado la Universidad de Salamanca.
Además de Einstein, el grupo de “amigos alemanes” que apoyó a Unamuno incluía a artistas y escritores como Käthe Kollwitz, Alfred Döeblin y Ernst Toller, según relata la Universidad. Este hallazgo revela “una extraordinaria conexión entre el padre de la Teoría de la Relatividad”, añade la institución salmantina.
La existencia de esta carta había sido mencionada por otros autores como Francisco Madrid y Emilio Salcedo, pero solo recientemente se confirmó que el documento estaba preservado en los archivos de la casa museo.
La identificación de este documento “confirma las referencias sobre un ‘manifiesto’ de lo más selecto y avanzado de la intelectualidad alemana, celebrando el retorno de Miguel de Unamuno a España después de su exilio en Canarias y París, y posteriormente en Hendaya”, afirmó Ana Chaguaceda, directora de la Casa-Museo Unamuno, quien también destacó la identificación de todos los firmantes del telegrama.
Otras Cartas
Conocer otro episodio del carácter de Albert Einstein nos lleva a 1911, casi 20 años antes de la carta a Unamuno, cuando escribió a la científica polaca Maria Skłodowska-Curie.
Ese año, cuando Curie recibió su segundo premio Nobel, no estuvo libre de controversias. Fue rechazada en la Academia de Ciencias Francesa, y además se desató una polémica relacionada con su vida personal.
La controversia giró en torno a su relación con Paul Langevin, su colega de laboratorio. Tras la muerte de su esposo Pierre en 1906, se decía que Curie mantenía una relación con Langevin, quien estaba casado. La esposa de Langevin divulgó cartas entre ambos, provocando un escándalo.
Einstein, ajeno al escándalo, aconsejó: “ni leas esos disparates”, escribió a la física polaca. En la carta, que se puede leer en inglés, Einstein manifiesta su indignación por el modo en que el público se interesa por ella, calificándolo de “fiebre por el sensacionalismo”.
El físico expresó su respeto por Curie, elogiando su intelecto, determinación y honestidad, y le aconsejó no prestar atención a las críticas. Concluyó su carta con un post data mencionando que había formulado la ley estadística del movimiento de la molécula diatómica en el campo de radiación de Planck, aunque dudaba de que fuera aplicable en el mundo real.
Imagen | Universidad de Salamanca / Ferdinand Schmutzer
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