El refrán “no vamos a reinventar la rueda” siempre me ha resultado curioso. Se utiliza para describir la tendencia de desarrollar nuevas soluciones desde cero en lugar de aprovechar lo que ya funciona eficazmente. Encuentro esto intrigante porque, de hecho, hemos reinventado la rueda en numerosas ocasiones, y lo seguimos haciendo.
Ejemplos claros de esto son las ruedas sin aire y, especialmente, las innovaciones para vehículos en terrenos como Marte. A pesar de ser circulares, su tecnología y diseño difieren enormemente de las ruedas que usamos diariamente. Aunque admito que, al seguir siendo circulares, simplemente estamos variando los materiales, no reinventando el concepto en sí.
Pero, ¿y si en lugar de crear ruedas circulares… las diseñáramos esféricas? Eso es exactamente lo que el ingeniero y YouTuber James Bruton ha logrado: unas ruedas omnidireccionales que abordan problemas actuales especialmente para motocicletas y que podrían ser igualmente interesantes para vehículos como coches y camiones.
Démosle la bienvenida a La Rueda II
Para reinventar la rueda, el sistema debe ser algo más que una versión mejorada del original. Como se mencionó, las ruedas antipinchazos no son una reinvención total, sino una actualización tecnológica. Lo que Bruton ha logrado podría ser considerado una auténtica reinvención (aunque no sin varios intentos fallidos).
¿Por qué? En su prototipo de moto del futuro, no solo existen las dos esferas en contacto con el suelo, sino un ingenioso sistema de tres mecanismos rotatorios en cada rueda que aplica la fuerza necesaria para mover las bolas y, en consecuencia, el vehículo.
Más que las esferas, la clave de este peculiar movimiento son los mecanismos que giran en direcciones opuestas y continuamente se equilibran para facilitar el desplazamiento. Cada mecanismo está impulsado por un motor eléctrico que no solo transfiere la potencia, sino que también incorpora un sistema de autoequilibrio similar al de un Segway.
De esta forma, no es necesario apoyarse en el suelo con las piernas al detenerse, ni mantener el equilibrio de manera “manual”.
¿Cuáles son sus ventajas?
- Se puede avanzar hacia atrás sin impulsarse con las piernas.
- Permite desplazamiento lateral.
- Puede realizar movimientos diagonales y girar sobre su eje. Esto es ideal para aparcar.
En el video, es fascinante notar que el ruido es mínimo, alcanza una velocidad considerable y los mecanismos que hacen girar las bolas están constantemente trabajando para proporcionar velocidad y mantener el equilibrio del vehículo.
No es perfecta, pero tiene potencial
No obstante, no es perfecta. En el video se puede observar cómo el youtuber enfrenta desafíos para mantener una dirección recta y parece haber una curva de aprendizaje bastante pronunciada tanto para avanzar como para tomar curvas. En una carretera, esto podría ser realmente peligroso, especialmente porque no se usa un manillar convencional, sino una barra fija controlada mediante la rotación de su empuñadura.
Un momento en específico muestra cómo, al acelerar demasiado, las bolas llegan a salir despedidas. Esto sugiere que un sistema así requeriría una licencia de conducción específica si se quisiera implementar en el mundo real; sin embargo, si los problemas se resolvieran, el sistema sería muy interesante para motos debido a su equilibrio automático.
Para coches y camiones también sería una solución viable, facilitando el aparcamiento de una manera mucho más sencilla.
Al ver este invento, no pude evitar recordar el Audi de la película ‘Yo, Robot’ con ruedas similares, que era un prototipo real. También destacó el vídeo del BYD aparcando en paralelo, donde las ruedas delanteras se fijan mientras que las traseras giran para «derrapar» hasta que el coche queda alineado en su lugar de aparcamiento.
¿Llegaremos algún día a adoptar ruedas como estas? Independientemente de lo que suceda, resulta interesante observar cómo seguimos ideando nuevas formas de mejorar algo que lleva tanto tiempo siendo parte de nuestras vidas.
Imágenes | James Bruton
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