Siempre hemos visualizado la Tierra como una combinación de tierras verdes y marrones, con los polos cubiertos de un blanco resplandeciente. Después de todo, han estado ocultos bajo esa capa helada durante miles de años. Sin embargo, desde 1950, hemos tratado de imaginar cómo sería la Antártida sin ese abrigo de hielo.
Ahora, finalmente hemos obtenido una visión sorprendente y quizás alarmante del posible futuro de nuestro planeta.
Derritiendo la Antártida por décadas. La cartografía de la Antártida no es solo un ejercicio de curiosidad. Es fundamental para anticipar la pérdida de hielo y su influencia en el nivel del mar. Estos estudios comenzaron en 1950, pero fue en 1996 cuando se formó el consorcio BEDMAP, marcando un hito significativo.
Con la ayuda de Europa, una gran cantidad de mediciones y tecnología avanzada para la época, los científicos propusieron crear un mapa completo de la Antártida. Este esfuerzo culminó con el lanzamiento de Bedmap1 en 2001.
Bedmap1
Métodos. Gracias a Bedmap1, pudimos conocer la elevación de la base rocosa de la Antártida, la distribución del hielo y su volumen. Este primer mapa nos ofreció una vista del continente con una resolución de cinco kilómetros. En 2013, Bedmap2 se presentó con diez veces más datos y una resolución mejorada.
Para esta investigación, los científicos usaron aviones que enviaban pulsos de radio sobre la región, midiendo tanto el espesor del hielo como, crucialmente, la profundidad del lecho rocoso. Utilizando datos de radares, batimétricos, satelitales y estudios sísmicos, pudieron ofrecer una radiografía detallada de la Antártida.
Bedmap2
A la tercera va la vencida. Bedmap3, el más reciente y detallado, es el protagonista de este avance. Se elaboró gracias al análisis de más de 82 millones de puntos de datos, lo que triplicó los datos usados en Bedmap2. Según el British Antarctic Survey, es como si hubiéramos retirado 27 millones de kilómetros cúbicos de hielo del continente.
Este nuevo análisis revela montañas escondidas y cañones profundos, así como detalles sobre las áreas con hielo más espeso. Por ejemplo, se encontró un cañón en Tierra de Wilkes con un impresionante grosor de hielo de 4.757 metros.
Bedmap3
Fascinante. Con una resolución de 500 metros, este mapa es el resultado de 70 años de recolección de datos que, finalmente, se han unificado para crear esta representación detallada del continente.
Los tres modelos superpuestos
Esto permite a los investigadores obtener estadísticas más precisas sobre la región:
- Volumen total de hielo en la Antártida, incluyendo plataformas de hielo: 27,17 millones de km³. En Bedmap1, se calculó en 25,34 millones de km³. En Bedmap2, 26,54 millones de km³.
- Superficie total de hielo en la Antártida, incluyendo plataformas de hielo: 13,63 millones de km²
- Espesor medio del hielo en la Antártida, incluyendo plataformas de hielo: 1.948 m (Excluyendo plataformas de hielo: 2.148 m)
- Aumento potencial del nivel del mar a nivel global si todo el hielo se derritiera: 58 metros.
Y aterrador. Ese último valor, el de la elevación potencial del nivel del mar, es una de las aplicaciones más cruciales de estos estudios. No ha variado en las tres versiones de los mapas, y, como señala uno de los investigadores de Bedmap, estas investigaciones van más allá de la simple curiosidad.
Con esta nueva información, Peter Fretwell menciona que “es evidente que la capa de hielo antártica es más gruesa de lo que inicialmente creíamos y tiene un volumen mayor de hielo.
La capa de hielo está además sobre una base rocosa bajo el nivel del mar, haciéndola vulnerable al derretimiento por el agua cálida del océano que invade la región. Esto está ocurriendo en los márgenes del continente y Bedmap3 nos revela que la Antártida es aún más vulnerable de lo que se pensaba previamente”.
Ahí reside la preocupación. Si las temperaturas globales continúan aumentando, Bedmap3 podría dejar de ser un simple mapa para convertirse en una ominosa predicción para el planeta. Por cierto, si deseas explorar Bedmap3, puedes hacerlo a través de este enlace.
Imágenes | Bedmap, BAS
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